Buenas tardes, doctor Tappan. Acabo de ver su conferencia y me quedó una duda respecto a la crítica que usted señalaba sobre la imposibilidad de ejercer el psicoanálisis sin haber sido previamente psicoanalizado. La duda es: ¿Si esa posibilidad esta negada, cómo es posible que Freud ejerciera el psicoanálisis si no tuvo a nadie que lo analizara antes a él? Comprendo que no es sino hasta Lacan que se empieza a tener una mayor claridad conceptual entre la diferenciación del YO y el SUJETO; y que el trabajo psicoanalítico anterior a él conservaba suficientes elementos como para sostener una estructura de poder. Pero, en todo caso, la cuestión seguiría siendo relativamente similar. Pues, sin un ejercicio claro sobre el trabajo psicoanalítico, Lacan no podía haber sido estrictamente analizado y, por ende, no haber ejercido el psicoanálisis. ¿Cómo fueron posibles entonces los primeros trabajos psicoanalíticos con analistas no psicoanalizados?
Muy interesante. Bueno lo que te escribo es muy esquemático, pero toca algunos aspectos que considero fundamentales. Creo que Freud al ser inventor y por lo mismo se trata de algo inédito, no podía haber tenido un analista, con él es claro, por lo menos así me lo parece, que su correspondencia muestra una actitud, por lo general, con una distancia crítica frente a los motivos de actos, de sus síntomas, de sus manías, etc. Descubrió el papel de la interpretación de los sueños con sus propios sueños, y descubrió con ellos, la manera en que operaba lo inconsciente, creo también que esa condición excepciona tuvo efectos analíticos en él, así como innumerables puntos ciegos. Por lo que me parece que sus luces y sus sombras intervinieron en su papel como analista. Con Lacan, pienso algo semejante, frente a sus aciertos y sus torpezas, ademas que no es el mismo Lacan el de principios de su enseñanza que el de los finales. Desde el principio considero que la persona del analista sí se sitúa como persona, en el eje imaginario, no podrá dar lugar a que quien analiza (el analizando) sea realmente quien analice. Más o menos a la mitad del camino fue cuando propuso que el analista debe situarse en un LUGAR, para generar un DISPOSITIVO, ese es el del sujeto-supuesto-saber, es decir, que del deseo del analizando no sabe nada. A partir de esas experiencias y otras, se nos muestra la historia del psicoanalisis con sus catástrofes y sus éxitos. Desde entonces sabemos el inigualable e insustituible papel que tienen la experiencia analítica, misma que no puede ser aprendida teóricamente, se escapa precisamente lo Real, lo Simbólico y lo Imaginario, que Lacan situaba como formas de la experiencia. El beso, los efectos y los laberintos de los síntomas, de las inhibiciones y las travesías del fantasma/fantasía, no se pueden ser advertidos en sus distintas dimensiones, si la aproximación es imaginaria, aún hablando de lo Real y de lo Simbólico eso que se dice no tiene más que referencias imaginarias. El psicoanalisis como práctica va más allá de un ejercicio clínico, que sigue algún canon aprendido en la teoría o en el estudio. Es un atrevimiento de mi parte dar una respuesta breve de un asunto tan complejo.
@@joseeduardotappan4269 Gracias por responder, doctor. Tiene razón, la situación inédita de Freud es bastante peculiar, sobre todo por la posibilidad de distanciamiento que logró consigo mismo, es decir, como, hasta cierto grado, consiguió tomar distancia de su propio yo (aún a pesar de los mecanismos de defensa y los desaciertos en que pudo recaer). Esperando arrojar un poco de luz sobre la cuestión, la lectura que puedo formular (muy esquemáticamente) es a partir de la comprensión althusseriana sobre la producción de conocimiento. Según Althusser, la capacidad para generar una posición subjetiva distinta respecto al propio reconocimiento/desconocimiento que nos damos a nosotros mismos a partir de nuestro YO es sólo posible a partir del conocimiento, es decir, a partir de la comprensión de los mecanismos objetivos que constituyen al sujeto -comprendiendo por ello una teoría de la objetividad en sentido fuerte-. Aquí, la cuestión que me parece interesante es el señalamiento que indica que la producción de conocimiento nunca es un acto aislado de algún individuo singular, es decir, el conocimiento siempre se da a partir de un diálogo y discusión con su pasado teórico menos complejo (o incluso ideológico). En pocas palabras, el conocimiento es un proceso. En este sentido, Freud, a partir de lo que tomará prestado conceptualmente de otros pensadores y otras disciplinas, y en función del diálogo y análisis con sus pacientes, es capaz de tomar distancia de sí mismo, o, dicho de otro modo, es en función de los otros que puede tener un retorno distinto de la comprensión que tenía de sí mismo. Muy próximo a esto, hay una hipótesis que Althusser postula, pero no desarrolla (aunque creo que va por este camino), la cual señala que: . Pero me llevaría mucho tiempo desarrollar lo poco que alcanzo a vislumbrar lo que ello implica (si es que estuviese en lo correcto). En fin, esto que le digo es algo muy esquemático de mi parte. Aunque le agradezco mucho su respuesta, doctor. Siempre me apoya al clarificar las ideas. Saludos.
Estimado doctor Tappan, esta es una especulación sobre la función simbólica imaginaria operativa de la lengua, del lenguaje que opera y actúa por medio y a través de nuestros imaginarios. El lenguaje vive de sus imágenes y representaciones, en tanto yo existo en lo social y personal, por medio y a través de imágenes y representaciones. E de pensar que el lenguaje vive en mí y en los otros, por medio de sus imágenes y representaciones. Vive opera y funciona ejerciendo su realidad en mí y en los otros, donde opera y reside su realidad, en cuanto la ejerce por medio y a través de los seres vivos, por medio y a través de los cuales prospera su realidad. Yo le representó a la lengua el oscuro escenario imaginario, operativo y funcional, donde estas imágenes y representación del lenguaje cobran su sentido y significado. La vida de un lenguaje, de una lengua, depende del inmenso conquistado mundo, del extendido espectro imaginario, donde esta lengua se apoya se recrea y reproduce, se expande y multiplica. Por medio y a través del dominio y control mental imaginario que la lengua establece y ejerce impone sobre los estados imaginarios, totalmente colonizados por sus imágenes y representaciones, por sus sentidos y significados. Hace mucho, que hemos dejados de ver y de participar, de sentir y de movernos, o de poder actuar, conducirnos, por nosotros mismos, en la creación constitución del mundo, o / en y por la función perdida, sacrificada, cortada, de un ver propio, de una mirada propia. Ya que nos movemos y orientamos, en la acreción y constitución del mundo que se nos da a ver, el mundo que se nos muestra impone por la palabra, por la acción política regulativa satisfactoria de nuestro, o de nuestra siempre presente lengua viva, madre -padre. Nos regimos nos movemos por la acción siempre presente, actuante en nosotros, de nuestra madre- padre, de nuestro padre-madre, es decir de nuestra lengua, lenguaje. Que nos instituye constituye, nos pare, nos alumbra, nos alimenta y protege, nos envuelve y cuida, como legítimos vástagos, hijos suyos, de sus hazañas y proezas. Este nuestro verdadero ser, “padre-madre divino”, se sostiene produce y reproduce, a diario a sí mismo, por la acción operativa funcional de la lengua. Esta acción significativa representativa, actúa opera por medio y a través de nosotros, de nuestras manos y cuerpos, de nuestra ceguera, por la incapacidad absoluta de ver, creada por la función y por la acción significativa, representativa visionaria, como práctica paradojal, de la lengua que nos contiene. Que habla se manifiesta por medio y a través de nosotros, nuestros actos, nuestros cuerpos, de nuestra condición orgánica. Nuestra existencia y vida social depende del lenguaje al que estemos subscritos, asociados, atados, sujetados, mientras la vida y el predominio de una lengua, depende de los imaginarios, de los espejos a oscuras, sobre lo que esta actúa, se apoya, se presenta, se representa, se produce y reproduce, en sus sentidos y significados imaginarios. Se puede cuestionar socavar cualquier cosa, sentido y representación imaginaria sostenida por alguien, menos el fundamento de la lengua que nos constituye, nos sostiene en su mundo, en el campo del acontecimiento de su realidad.
Muy interesante comentario, efectivamente Ludwig Wittgenstein nos muestra que todo lo que hablemos de lo imaginario, de lo real, es una mera especulación tautológica. “De lo que no podemos hablar es mejor guardar silencio”. Wittgenstein se refería a la imagen, de una pintura todo lo que digamos está fuera de esa pintura, por eso proponía que lo mejor que podemos decir es: ve la pintura; esa es una de la razones que lo condujo a proponer “la mostracion”. Por otro lado efectivamente existen varios caminos para pensar lo que es el lenguaje, la lengua y el habla, me inclino a pensar el lenguaje como conjunto de normas y operaciones que operan en los signos y a las relaciones que se establecen entre los mismos, la lengua ya está sumergida en la historia y una cultura por lo que se transforma en inglés, francés, español etc. el hablante además de los modos dialectales, inscribe su posición social, y su propia historia. Desde luego la lengua como el habla, no piden separase de los recursos que le provee el Imaginario. Muchas gracias por sus comentarios, y la oportunidad del diálogo.
@@joseeduardotappan4269 Estimado doctor Tappan, comparto lo complejo del asunto del lenguaje, de la lengua, como la manifestación operativa funcional de un proceso continuo. De una continuidad paradójica contradictoria que se da se manifiesta por medio y a través del cambio las transformaciones constante, de un flujo continuo sucesivo de imagines y representaciones, como una sucesión un devenir constante de imágenes y representaciones de todo tipo que se dan, se suceden, unas a otras ininterrumpidamente, que no se pueden detener, ni fijar, ni gobernar, hasta que no se las logra, hacer girar, rota sobre sí mismas. En forma de que se den, se sus sedan, unas a otra a través de la repetición en torno a algo, a un supuesto real que hace de eje, de centro de vacío, falto de imagen y de representación, que nos permite la constelación constante y continua de la gravitación de la circularidad de las imágenes y representaciones en torno a nuestro vacío real. O en torno a un yo imaginario mental, un yo real indecible innominable, que opera funciona como centro, eje, campo gravitacional, sobre el que acontece toda la virtualidad fantasmal, fenomenológica, de todas nuestras constelación imaginarias, mundo de imagines y representaciones, de todo tipo y tenor, que nos asedian, nos envuelven, nos rigen, nos agobian, nos atormentan, no nos abandonan ni a sol ni a sombra, ni dormidos ni despiertos, que imperan sombre nuestro real, o vacío central, carente de realidad. A este fenómeno, de ya de por si complejo, hay que sumarle lo simbólico, la acción y la emergencia del lenguaje. La lengua que enlaza, hace de enlace, anudando todos nuestros mundos imaginarios. Mediante una lengua se estable el control, la mediación y la regulación lingüística, el entretejido social es creado auspiciado y sostenido por la acción operativa funcional de la lengua. Esta permite uniformizar nuestros imaginarios personales, hacer y crea familias de individuos agobiados y regidos como dominados por un mismo imaginario, en este caso social colectivo. Estos a posterío imaginarios, al ser alienados normalizados por al laguna, pueden ser dominados y explotados conducidos y empleados por el fenómeno mental del lenguaje. De la lengua, mediante el control y la conducción imaginaria, de nuestras representaciones imaginarias, es decir mentales, se logra establecer indirectamente, el dominio y la explotación lingüística, de nuestro real. A través del enlace de la lengua, de la palabra, se hace coincidir mentalmente imaginariamente, en las mismas imágenes y representaciones mentales, a cientos de miles de individuos, en tanto por este medio se logra establecer a nivel imaginario mental, que todos veamos experimentemos y sintamos lo mismo, a nivel de nuestras respetivas constelaciones imaginarias. Controlándose así, inconsciente o consiénteme, por el solo hecho de hablar, vivir y experimentar una misma lengua, nuestros hegemonizados mundos imaginarios. Estos se controlan se disponen, se estructuran, se regulan, enlazan y anudan mediante la lengua. Y atado, anudado a nuestro imaginario, esta se encuentra nuestro real, nuestro vacío, agujero central, carentes de todo sentido y representación. La acción del lenguaje se desenvuelve haciendo enjambre o formando creando tejiendo estructuras familiares sociales culturales, de increíble complejidad, muy extensa muy diversas y variables entre sí, en función de la vida y la existencia operativa funcional de una lengua. Mi neurosis conflictiva, ha derivado a un cuestionamiento reflexivo, o tal vez filosófico, de la exitosa y efectiva regulación o uniformización de nuestros imaginarios, en función de la acción practica constitutiva de la lengua. Por la función social cultura política instituyente del empleo y el manejo, como de la funcionalidad operativa de la lengua. A cuestionarme la increíble y exitosa hegemonía alcanzada conquistadas sobre tantos miles de millones de individuos, en función de los procesos de una lengua. Entrelazamiento virtuales mentales de tantos imaginarios uniformizados como un solo, a los efectos de que estos cientos de miles de individuos imaginarios vean y sientan lo mismo, respondan actúen, y se mueven comporten y trabajen como un solo. Poder asociativo de creación y estructuración conformación y estructuración social cultural de todo lo humano, que se da, crea y establece, instituye y sostiene, por la estabilidad operativa y funcional , por medio y a través del habla. La asociación y la organización articulada y funcional de tantos miles de millones de individuos, se dan, se logra, y se fundamente o sostiene, a mi parecer especulativo, en la consistencia de los procesos operativos funcionales de la acción y la funcional operativa y viva de una lengua, principio de regulación “normalización” de nuestros imaginarios. Estimado doctor, dejo por acá mis especulaciones reflexivas, muchas gracias a usted. Y perdón por la demora en la respuesta. Más que agradecido por el extenso trabajo psicoanalítico subido a la rede.
Gracias por la explicación. Un favor tienes un correo electrónico? Saludos para mí canal Psicodecisiones
Buenas tardes, doctor Tappan. Acabo de ver su conferencia y me quedó una duda respecto a la crítica que usted señalaba sobre la imposibilidad de ejercer el psicoanálisis sin haber sido previamente psicoanalizado.
La duda es:
¿Si esa posibilidad esta negada, cómo es posible que Freud ejerciera el psicoanálisis si no tuvo a nadie que lo analizara antes a él?
Comprendo que no es sino hasta Lacan que se empieza a tener una mayor claridad conceptual entre la diferenciación del YO y el SUJETO; y que el trabajo psicoanalítico anterior a él conservaba suficientes elementos como para sostener una estructura de poder. Pero, en todo caso, la cuestión seguiría siendo relativamente similar. Pues, sin un ejercicio claro sobre el trabajo psicoanalítico, Lacan no podía haber sido estrictamente analizado y, por ende, no haber ejercido el psicoanálisis.
¿Cómo fueron posibles entonces los primeros trabajos psicoanalíticos con analistas no psicoanalizados?
Muy interesante. Bueno lo que te escribo es muy esquemático, pero toca algunos aspectos que considero fundamentales.
Creo que Freud al ser inventor y por lo mismo se trata de algo inédito, no podía haber tenido un analista, con él es claro, por lo menos así me lo parece, que su correspondencia muestra una actitud, por lo general, con una distancia crítica frente a los motivos de actos, de sus síntomas, de sus manías, etc. Descubrió el papel de la interpretación de los sueños con sus propios sueños, y descubrió con ellos, la manera en que operaba lo inconsciente, creo también que esa condición excepciona tuvo efectos analíticos en él, así como innumerables puntos ciegos. Por lo que me parece que sus luces y sus sombras intervinieron en su papel como analista.
Con Lacan, pienso algo semejante, frente a sus aciertos y sus torpezas, ademas que no es el mismo Lacan el de principios de su enseñanza que el de los finales. Desde el principio considero que la persona del analista sí se sitúa como persona, en el eje imaginario, no podrá dar lugar a que quien analiza (el analizando) sea realmente quien analice. Más o menos a la mitad del camino fue cuando propuso que el analista debe situarse en un LUGAR, para generar un DISPOSITIVO, ese es el del sujeto-supuesto-saber, es decir, que del deseo del analizando no sabe nada.
A partir de esas experiencias y otras, se nos muestra la historia del psicoanalisis con sus catástrofes y sus éxitos.
Desde entonces sabemos el inigualable e insustituible papel que tienen la experiencia analítica, misma que no puede ser aprendida teóricamente, se escapa precisamente lo Real, lo Simbólico y lo Imaginario, que Lacan situaba como formas de la experiencia. El beso, los efectos y los laberintos de los síntomas, de las inhibiciones y las travesías del fantasma/fantasía, no se pueden ser advertidos en sus distintas dimensiones, si la aproximación es imaginaria, aún hablando de lo Real y de lo Simbólico eso que se dice no tiene más que referencias imaginarias.
El psicoanalisis como práctica va más allá de un ejercicio clínico, que sigue algún canon aprendido en la teoría o en el estudio.
Es un atrevimiento de mi parte dar una respuesta breve de un asunto tan complejo.
@@joseeduardotappan4269 Gracias por responder, doctor.
Tiene razón, la situación inédita de Freud es bastante peculiar, sobre todo por la posibilidad de distanciamiento que logró consigo mismo, es decir, como, hasta cierto grado, consiguió tomar distancia de su propio yo (aún a pesar de los mecanismos de defensa y los desaciertos en que pudo recaer).
Esperando arrojar un poco de luz sobre la cuestión, la lectura que puedo formular (muy esquemáticamente) es a partir de la comprensión althusseriana sobre la producción de conocimiento.
Según Althusser, la capacidad para generar una posición subjetiva distinta respecto al propio reconocimiento/desconocimiento que nos damos a nosotros mismos a partir de nuestro YO es sólo posible a partir del conocimiento, es decir, a partir de la comprensión de los mecanismos objetivos que constituyen al sujeto -comprendiendo por ello una teoría de la objetividad en sentido fuerte-.
Aquí, la cuestión que me parece interesante es el señalamiento que indica que la producción de conocimiento nunca es un acto aislado de algún individuo singular, es decir, el conocimiento siempre se da a partir de un diálogo y discusión con su pasado teórico menos complejo (o incluso ideológico). En pocas palabras, el conocimiento es un proceso.
En este sentido, Freud, a partir de lo que tomará prestado conceptualmente de otros pensadores y otras disciplinas, y en función del diálogo y análisis con sus pacientes, es capaz de tomar distancia de sí mismo, o, dicho de otro modo, es en función de los otros que puede tener un retorno distinto de la comprensión que tenía de sí mismo.
Muy próximo a esto, hay una hipótesis que Althusser postula, pero no desarrolla (aunque creo que va por este camino), la cual señala que: . Pero me llevaría mucho tiempo desarrollar lo poco que alcanzo a vislumbrar lo que ello implica (si es que estuviese en lo correcto).
En fin, esto que le digo es algo muy esquemático de mi parte. Aunque le agradezco mucho su respuesta, doctor. Siempre me apoya al clarificar las ideas. Saludos.
Estimado doctor Tappan, esta es una especulación sobre la función simbólica imaginaria operativa de la lengua, del lenguaje que opera y actúa por medio y a través de nuestros imaginarios.
El lenguaje vive de sus imágenes y representaciones, en tanto yo existo en lo social y personal, por medio y a través de imágenes y representaciones.
E de pensar que el lenguaje vive en mí y en los otros, por medio de sus imágenes y representaciones.
Vive opera y funciona ejerciendo su realidad en mí y en los otros, donde opera y reside su realidad, en cuanto la ejerce por medio y a través de los seres vivos, por medio y a través de los cuales prospera su realidad.
Yo le representó a la lengua el oscuro escenario imaginario, operativo y funcional, donde estas imágenes y representación del lenguaje cobran su sentido y significado.
La vida de un lenguaje, de una lengua, depende del inmenso conquistado mundo, del extendido espectro imaginario, donde esta lengua se apoya se recrea y reproduce, se expande y multiplica.
Por medio y a través del dominio y control mental imaginario que la lengua establece y ejerce impone sobre los estados imaginarios, totalmente colonizados por sus imágenes y representaciones, por sus sentidos y significados.
Hace mucho, que hemos dejados de ver y de participar, de sentir y de movernos, o de poder actuar, conducirnos, por nosotros mismos, en la creación constitución del mundo, o / en y por la función perdida, sacrificada, cortada, de un ver propio, de una mirada propia.
Ya que nos movemos y orientamos, en la acreción y constitución del mundo que se nos da a ver, el mundo que se nos muestra impone por la palabra, por la acción política regulativa satisfactoria de nuestro, o de nuestra siempre presente lengua viva, madre -padre.
Nos regimos nos movemos por la acción siempre presente, actuante en nosotros, de nuestra madre- padre, de nuestro padre-madre, es decir de nuestra lengua, lenguaje.
Que nos instituye constituye, nos pare, nos alumbra, nos alimenta y protege, nos envuelve y cuida, como legítimos vástagos, hijos suyos, de sus hazañas y proezas.
Este nuestro verdadero ser, “padre-madre divino”, se sostiene produce y reproduce, a diario a sí mismo, por la acción operativa funcional de la lengua.
Esta acción significativa representativa, actúa opera por medio y a través de nosotros, de nuestras manos y cuerpos, de nuestra ceguera, por la incapacidad absoluta de ver, creada por la función y por la acción significativa, representativa visionaria, como práctica paradojal, de la lengua que nos contiene.
Que habla se manifiesta por medio y a través de nosotros, nuestros actos, nuestros cuerpos, de nuestra condición orgánica.
Nuestra existencia y vida social depende del lenguaje al que estemos subscritos, asociados, atados, sujetados, mientras la vida y el predominio de una lengua, depende de los imaginarios, de los espejos a oscuras, sobre lo que esta actúa, se apoya, se presenta, se representa, se produce y reproduce, en sus sentidos y significados imaginarios.
Se puede cuestionar socavar cualquier cosa, sentido y representación imaginaria sostenida por alguien, menos el fundamento de la lengua que nos constituye, nos sostiene en su mundo, en el campo del acontecimiento de su realidad.
Muy interesante comentario, efectivamente Ludwig Wittgenstein nos muestra que todo lo que hablemos de lo imaginario, de lo real, es una mera especulación tautológica. “De lo que no podemos hablar es mejor guardar silencio”. Wittgenstein se refería a la imagen, de una pintura todo lo que digamos está fuera de esa pintura, por eso proponía que lo mejor que podemos decir es: ve la pintura; esa es una de la razones que lo condujo a proponer “la mostracion”. Por otro lado efectivamente existen varios caminos para pensar lo que es el lenguaje, la lengua y el habla, me inclino a pensar el lenguaje como conjunto de normas y operaciones que operan en los signos y a las relaciones que se establecen entre los mismos, la lengua ya está sumergida en la historia y una cultura por lo que se transforma en inglés, francés, español etc. el hablante además de los modos dialectales, inscribe su posición social, y su propia historia. Desde luego la lengua como el habla, no piden separase de los recursos que le provee el Imaginario. Muchas gracias por sus comentarios, y la oportunidad del diálogo.
@@joseeduardotappan4269 Estimado doctor Tappan, comparto lo complejo del asunto del lenguaje, de la lengua, como la manifestación operativa funcional de un proceso continuo.
De una continuidad paradójica contradictoria que se da se manifiesta por medio y a través del cambio las transformaciones constante, de un flujo continuo sucesivo de imagines y representaciones, como una sucesión un devenir constante de imágenes y representaciones de todo tipo que se dan, se suceden, unas a otras ininterrumpidamente, que no se pueden detener, ni fijar, ni gobernar, hasta que no se las logra, hacer girar, rota sobre sí mismas.
En forma de que se den, se sus sedan, unas a otra a través de la repetición en torno a algo, a un supuesto real que hace de eje, de centro de vacío, falto de imagen y de representación, que nos permite la constelación constante y continua de la gravitación de la circularidad de las imágenes y representaciones en torno a nuestro vacío real.
O en torno a un yo imaginario mental, un yo real indecible innominable, que opera funciona como centro, eje, campo gravitacional, sobre el que acontece toda la virtualidad fantasmal, fenomenológica, de todas nuestras constelación imaginarias, mundo de imagines y representaciones, de todo tipo y tenor, que nos asedian, nos envuelven, nos rigen, nos agobian, nos atormentan, no nos abandonan ni a sol ni a sombra, ni dormidos ni despiertos, que imperan sombre nuestro real, o vacío central, carente de realidad.
A este fenómeno, de ya de por si complejo, hay que sumarle lo simbólico, la acción y la emergencia del lenguaje.
La lengua que enlaza, hace de enlace, anudando todos nuestros mundos imaginarios. Mediante una lengua se estable el control, la mediación y la regulación lingüística, el entretejido social es creado auspiciado y sostenido por la acción operativa funcional de la lengua. Esta permite uniformizar nuestros imaginarios personales, hacer y crea familias de individuos agobiados y regidos como dominados por un mismo imaginario, en este caso social colectivo.
Estos a posterío imaginarios, al ser alienados normalizados por al laguna, pueden ser dominados y explotados conducidos y empleados por el fenómeno mental del lenguaje.
De la lengua, mediante el control y la conducción imaginaria, de nuestras representaciones imaginarias, es decir mentales, se logra establecer indirectamente, el dominio y la explotación lingüística, de nuestro real.
A través del enlace de la lengua, de la palabra, se hace coincidir mentalmente imaginariamente, en las mismas imágenes y representaciones mentales, a cientos de miles de individuos, en tanto por este medio se logra establecer a nivel imaginario mental, que todos veamos experimentemos y sintamos lo mismo, a nivel de nuestras respetivas constelaciones imaginarias.
Controlándose así, inconsciente o consiénteme, por el solo hecho de hablar, vivir y experimentar una misma lengua, nuestros hegemonizados mundos imaginarios.
Estos se controlan se disponen, se estructuran, se regulan, enlazan y anudan mediante la lengua.
Y atado, anudado a nuestro imaginario, esta se encuentra nuestro real, nuestro vacío, agujero central, carentes de todo sentido y representación.
La acción del lenguaje se desenvuelve haciendo enjambre o formando creando tejiendo estructuras familiares sociales culturales, de increíble complejidad, muy extensa muy diversas y variables entre sí, en función de la vida y la existencia operativa funcional de una lengua.
Mi neurosis conflictiva, ha derivado a un cuestionamiento reflexivo, o tal vez filosófico, de la exitosa y efectiva regulación o uniformización de nuestros imaginarios, en función de la acción practica constitutiva de la lengua.
Por la función social cultura política instituyente del empleo y el manejo, como de la funcionalidad operativa de la lengua.
A cuestionarme la increíble y exitosa hegemonía alcanzada conquistadas sobre tantos miles de millones de individuos, en función de los procesos de una lengua. Entrelazamiento virtuales mentales de tantos imaginarios uniformizados como un solo, a los efectos de que estos cientos de miles de individuos imaginarios vean y sientan lo mismo, respondan actúen, y se mueven comporten y trabajen como un solo.
Poder asociativo de creación y estructuración conformación y estructuración social cultural de todo lo humano, que se da, crea y establece, instituye y sostiene, por la estabilidad operativa y funcional , por medio y a través del habla.
La asociación y la organización articulada y funcional de tantos miles de millones de individuos, se dan, se logra, y se fundamente o sostiene, a mi parecer especulativo, en la consistencia de los procesos operativos funcionales de la acción y la funcional operativa y viva de una lengua, principio de regulación “normalización” de nuestros imaginarios.
Estimado doctor, dejo por acá mis especulaciones reflexivas, muchas gracias a usted. Y perdón por la demora en la respuesta. Más que agradecido por el extenso trabajo psicoanalítico subido a la rede.