Viernes Santo, Sepulcro Cristo yacente, Miserere

Viernes Santo
Jesús murió en la cruz y José de Arimatea solicita el cuerpo para ser llevado a su Sepulcro.
Viernes Santo en Pachacámac tiene una solemnidad especial, los actos fúnebres aún se conservan desde tiempos inmemoriales, notese la inscripción en la sagrada anda, 1898, donde fue tallada por Juan Manuel Ayala y el ebanista José Maria Ayala, con un tiempo de 125 años, pero aún queda investigar el antecedente al Sepulcro actual, se lo dejo a las Instituciones públicas que tienen el presupuesto para ello y que sacan libros de oro con información ya conocida o mejor dicho recopiladas, y ¿que pasó con el Sepulcro anterior?, ya que la imagen del Crucificado aparece ya en los archivos parroquiales en el inventario de 1850, una imagen con brazos articulados que cumplía la función de crucificado y de Cristo yacente, propongo algunas hipótesis que se publicará en un documento de trabajo.
Continuando con nuestra solemnidad de Viernes Santo a diferencia de otras celebraciones en otros pueblos o Hermandades, la música fúnebre que acompaña el recorrido procesional es tradicional y que marca un hito en la celebraciones costumbrista, con el miserere cantado, el Sepulcro es cargado solo por los Santos Varones y que esta designación se alcanza después de haber cumplido su etapa de aspirantado y de penitencia, el Sepulcro era cargado por 12 santos varones.
Así mismo el 11 de enero del 2019 nuestro Sepulcro está inscrito como bien mueble y declarado Patrimonio Cultural de la Nación del Ministerio de Cultura, denominación que hasta el momento nuestro distrito y Hermandad goza de esa prerrogativa y que la directiva actual está proyectando su restauración.