Gracias por publicar esta sesión. Pero hay por lo menos una contradicción que no puedo dejar pasar: Si la mirada del otro se impone sobre mí, es contradictorio decir que puedo escoger a quién doto de tal mirada. Como si el español pudiera negarle ojos al americano colonizado, o el maestro al esclavo. La imposición de la mirada hace parte de la estructura del 'para-otros' pero se constituye a nivel fenomenológico. Por ello, Sartre, en el capítulo 'La Mirada' ilustra ejemplos en donde no hay un otro objetivo, sino una mirada constituida. Por ejemplo, si estoy mirando por el cerrojo de una puerta, y escucho pasos seguidos de silencio. Inmediatamente me siento observado. O si un soldado en una trinchera ve una casa lejana, inmediatamente se siente observado desde esas lejanas ventanas. Sartre también rescata en El Ser y la Nada un pasaje de una novela (no recuerdo el autor) en la que un esclavo golpeado y abusado de forma extrema por su maestro, hecho un vejamen tirado en el piso y al borde de la muerte, logra devolverle a su maestro una mirada que lo delata en su ser. De hecho, es precisamente para aprehender la libertad del esclavo (es decir, para conquistar su mirada) que el maestro lo reduce a un objeto azotable, en una mala fe que termina por significar el fracaso del maestro. La mirada del esclavo le evidencia al maestro ese fracaso. La libertad del Otro es inaprensible. Al ser imposible 'escoger' a quién se dota con la capacidad de la mirada, la propuesta del Profesor Vinolo para Sartre de contemplar el amor como una renuncia personal en favor de una entrega absoluta y sin razón por el ser amado, es inviable. El ser amado siempre será una mirada que elude mi aprensión y que devela mi ser. El otro guarda el secreto de mí en su mirada. Nunca sabré quién soy mientras me encuentre bajo la mirada. Por eso las relaciones que Sartre describe siempre se hallan en el campo del conflicto, incluido el amor. Así que la propuesta del Profesor se halla anticipada y resuelta en El Ser y la Nada.
Buenos días Pablo, tienes toda la razón. De hecho en los estudios satreanos, hay quienes quieren llevar a Sartre del lado de Levinas (con esta idea que el otro se impone a mi), y quienes quieren, al contrario, conservarlo dentro de una fenomenología más clásica (según la cual yo constituyo al fenómeno del otro). Creo que Sartre nunca pudo salir de esta dificultad. Me permito dejarte el link de un artículo que publiqué en el cual intento mostrar que esta dificultad impide que Sartre logre pensar el amor, tal vez te pueda interesar. Saludos desde Quito. summa.upsa.es/viewer.vm?id=92703&view=main&lang=es
Algo más: toda relación interpersonal se da en una dupla circularidad nem sempre claramente visible por ser ya habitual o convencional: En la relación somos tanto UM objeto como Um sujeto: aqui reside el problema de toda relacion humana. Cordialmente
Professor Vinolo: tiene usted alguna experiencia con felinos o galinhas o vacas? Estos animales NO nos miran; no hay ninguna intencionalidad en la mirada de estos animales domésticos. Lo curioso es que el perro sí que nos mira y hasta podríamos afirmar que entiende nuestros intenciones. La fidelidad y el afecto muestran que el perro se ha humanizado. Cordialmente.
Muy Bueno, material candente!!!!
Gracias Stéphane
En donde se pueden ver las de lacam ... Estan geniales las charlss
Muy bueno! Gracias. ...y excelente el canal. ¿Tienes algún seminario sobre Ludwig Wittgenstein?
Gracias por publicar esta sesión. Pero hay por lo menos una contradicción que no puedo dejar pasar: Si la mirada del otro se impone sobre mí, es contradictorio decir que puedo escoger a quién doto de tal mirada. Como si el español pudiera negarle ojos al americano colonizado, o el maestro al esclavo. La imposición de la mirada hace parte de la estructura del 'para-otros' pero se constituye a nivel fenomenológico. Por ello, Sartre, en el capítulo 'La Mirada' ilustra ejemplos en donde no hay un otro objetivo, sino una mirada constituida. Por ejemplo, si estoy mirando por el cerrojo de una puerta, y escucho pasos seguidos de silencio. Inmediatamente me siento observado. O si un soldado en una trinchera ve una casa lejana, inmediatamente se siente observado desde esas lejanas ventanas.
Sartre también rescata en El Ser y la Nada un pasaje de una novela (no recuerdo el autor) en la que un esclavo golpeado y abusado de forma extrema por su maestro, hecho un vejamen tirado en el piso y al borde de la muerte, logra devolverle a su maestro una mirada que lo delata en su ser. De hecho, es precisamente para aprehender la libertad del esclavo (es decir, para conquistar su mirada) que el maestro lo reduce a un objeto azotable, en una mala fe que termina por significar el fracaso del maestro. La mirada del esclavo le evidencia al maestro ese fracaso. La libertad del Otro es inaprensible.
Al ser imposible 'escoger' a quién se dota con la capacidad de la mirada, la propuesta del Profesor Vinolo para Sartre de contemplar el amor como una renuncia personal en favor de una entrega absoluta y sin razón por el ser amado, es inviable. El ser amado siempre será una mirada que elude mi aprensión y que devela mi ser. El otro guarda el secreto de mí en su mirada. Nunca sabré quién soy mientras me encuentre bajo la mirada. Por eso las relaciones que Sartre describe siempre se hallan en el campo del conflicto, incluido el amor. Así que la propuesta del Profesor se halla anticipada y resuelta en El Ser y la Nada.
Buenos días Pablo, tienes toda la razón. De hecho en los estudios satreanos, hay quienes quieren llevar a Sartre del lado de Levinas (con esta idea que el otro se impone a mi), y quienes quieren, al contrario, conservarlo dentro de una fenomenología más clásica (según la cual yo constituyo al fenómeno del otro). Creo que Sartre nunca pudo salir de esta dificultad. Me permito dejarte el link de un artículo que publiqué en el cual intento mostrar que esta dificultad impide que Sartre logre pensar el amor, tal vez te pueda interesar. Saludos desde Quito. summa.upsa.es/viewer.vm?id=92703&view=main&lang=es
Profesor para levinas ser libre es escaparse de unismo ya que en uno habita el otro . No sé si Sartre pensaría lo mismo.
Es porque siento la mirada que le doy la categoría de sujeto al otro?
En Sartre, en gran parte sí. De ahí la dificultad de saber ¿qué seres me imponen realmente algo como una mirada?
Algo más: toda relación interpersonal se da en una dupla circularidad nem sempre claramente visible por ser ya habitual o convencional: En la relación somos tanto UM objeto como Um sujeto: aqui reside el problema de toda relacion humana. Cordialmente
Hola!
Podría por favor escribir el nombre del filósofo que menciona que trabajó en Cambridge y que publicó sólo un libro de 60 páginas?
Ludwig Wittgenstein
Professor Vinolo: tiene usted alguna experiencia con felinos o galinhas o vacas? Estos animales NO nos miran; no hay ninguna intencionalidad en la mirada de estos animales domésticos. Lo curioso es que el perro sí que nos mira y hasta podríamos afirmar que entiende nuestros intenciones. La fidelidad y el afecto muestran que el perro se ha humanizado. Cordialmente.