Somos de Él y para Él.

En Cnt_7:10 la novia le dice al novio: Yo soy de Él.
• Ello resume todo lo que estamos llamados a ser y hacer en Dios.
Somos de Él (Rom_11:36).
• Si somos de Él no podemos entregarnos a nada más.
• Por lo tanto:
• Podemos rechazar la tentación y el pecado porque somos de Él.
• Dar de nosotros mismos no es nada, porque todo es de Él (1Cr_29:14, Jua_9:27).
• Incluso el autosacrificio es nada porque todo es de Él.
• No tenemos nada de qué preocuparnos, o con lo que ofendernos o cargarnos (Fil_4:6-8).
• Nuestras cargas son las de Él (Mat_11:28-30), nuestra vida es la ocupación de Él (Sal_138:8, Jer_29:11, Pro_4:18).
• Somos libres (Jua_8:31-32).
Lo que en el pasaje de Cnt_7:10 se traduce "Yo soy de Él" es la palabra hebrea "Ani lo".
• También significa "yo soy para Él" (1Co_6:19-20).
• De tal manera que si somos de Dios debemos ser para Él también (Rom_14:7-8).
• La novia es solo del novio si ella se entrega a Él, es nuestra decisión.
• Así, para pertenecer a Dios, necesitamos escoger:
• Darnos a Él, tener los deseos de Él, tener el corazón de Él, dejarle nuestras cargas a Él, darle todo a Él (2Co_3:18).
• Y debemos hacerlo libremente y cada día.
Cuando la novia dice "Yo soy de Él" no está haciendo una declaración doctrinal (no es teóloga).
• Esta rebosando del gozo de su amor (Sal_16:11).
• Y su gozo es darse a Él (Gal_2:20).
• Entregarnos no es una carga cuando estamos llenos de amor, es un gozo.
Vivamos como alguien que pertenece totalmente a nuestro Amado.
• Hagamos de Él nuestra meta y el propósito de todo lo que hacemos (Col_3:17, Col_3:23-24).
• Entreguémonos a Él totalmente, sin temores, sin limitaciones, sin dudas.
• Seamos para Su contentamiento.
Bibliografía: "El libro de los Misterios", Jonathan Cahn.