CORTELAZOR (EL CHARCO MALO) - HUELVA

Cortelazor la Real es un pequeño y precioso municipio serrano de la provincia de Huelva. Su término municipal da cobijo a uno de los tesoros patrimoniales, no arquitectónico pero sí paisajístico, más importantes de esta localidad: “El Charco Malo”, que además es una de las joyas de la sierra de Huelva.
Como primera impresión, ese nombre no sugiere nada bello, sino más bien todo lo contrario. Las imágenes nos muestran la auténtica realidad del lugar, que parece no coincidir con su epíteto.
Como todo tiene una explicación y atendiendo a lo que nos cuentan los mayores de la localidad, que podrá tener matices de realidad o de leyenda, se le llama “Charco Malo” porque allí desaparecieron varias personas…El charco se los tragó…
Pero para llegar hasta ese lugar tuvimos que aventurarnos un poco. Partimos de la parte alta del pueblo, del barrio de la Mesa, saliendo del pueblo por la calle Fuente. Ya en campo abierto y siguiendo las indicaciones, disfrutando de un impresionante paisaje serrano cargado de quercus, entre repechos y bajadas nos acercábamos al lugar. El último tramo es una bajada espectacular, creemos que puede rozar el 30% de desnivel. Lo cierto es que el recorrido resulta más peligroso de lo que debiera debido a que las piedras que hay que ir pisando estaban muy resbaladizas por la alta humedad. En ese tramo final, acercándonos al paraíso, nos acompañaban helechos silvestres, adelfas, madroños, zarzas, brezos…
Tras recorrer casi cuatro kilómetros hemos llegado al curso del arroyo de la Guijarra, esa corriente dulce y silenciosa, un paraje natural encajado en el barranco del arroyo de la Guijarra, uno de los afluentes de cabecera del río Rivera de Huelva (cuenca del río Guadalquivir).
Cuando llegamos al arroyo entramos en otro mundo, la temperatura baja de repente diez grados, al menos esa fue nuestra impresión. Vamos recorriendo el arroyo por nuestra derecha, un precioso tramo de unos 600 metros aguas arriba donde tendremos que andar entre piedras, árboles y maleza, observando con detalle algunas pozas y el recorrido del arroyo.
El paisaje es impresionante, creando bosques de galería formados por alisos, chopos, álamos y fresnos. Nos adentramos en la fantasía más umbría, por la hondura más angosta; por los musgos embebidos de frescor, todo un paisaje aterciopelado de verde.
Estamos en lo más profundo del bosque húmedo, en la puerta del musgo, sueño de las piedras, cama del agua, desprendiendo un aroma intenso, evocador, frío y profundo que penetra en el alma…, y en el reino secreto del agua. Lo cierto es que el paisaje es más parecido a los de climas tropicales o ecuatoriales, pero es que la belleza de la sierra de Huelva nos depara estos gratos escenarios.
Y en este precioso lugar, que goza de un entorno idílico, llegamos al paraíso escondido: “El Charco Malo”, a 605 metros de altitud, todo un tesoro oculto entre la espesa vegetación.
El Charco Malo es una caldera provocada por un salto de agua. Es una zona de pozas en preciosas cascadas que llega a tres niveles.
La primera que observamos, la que está abajo, le llaman “Charco Azul” (el Malo se encuentra arriba). En ella podemos observar las hendiduras en las piedras, las cuales nos sugirieron en ese momento unos ojos y una boca.
Como hemos comentado, “El Charco Malo” es una poza de varias alturas. La más alta puede estar a unos 10-12 metros, aproximadamente. Luego hay una intermedia de unos 4-6 metros.
La belleza de las imágenes se puede comprobar con solo mirarlas, un ejemplo más de lo que encierra la provincia de Huelva, que podernos extrapolar a la región andaluza y al resto de la piel de toro.
El camino fue duro incluso con caídas. Terminamos en un bar del pueblo, doloridos pero henchidos de felicidad y riéndonos de nuestra torpeza... qué cosas.
(Nota: Algunas imágenes y vídeos han podido ser cedidas por amigos y suscriptores del canal)