A LAS PUERTAS DEL INFIERNO II

Cubelles, Barcelona. Última semana de junio, tras una sequía histórica y una ola de calor prematura, con tantos incendios forestales asolando todo el país (algunos muy cerca de aquí) que requieren la asistencia de todos los medios humanos y materiales para extinguirlos.
Pese a que estos años 2021, y 2022 tristemente, se han talado miles de árboles en terrenos municipales.
El ayuntamiento decide hacer una hoguera de San Juan a en un solar al lado de la plaza del Mercado a tan sólo 50 m de un terreno forestal, empieza el lunes a traer camiones que vuelcan, toda clase de residuos procedentes del vertedero: entre ellos cajas, juguetes y sillas de plástico, cartones, bidones de pintura, colchones e incluso una ducha.
Esa misma noche se produce un incendio en la fétida pira, que requiere dos asistencias por parte de bomberos que estaban trabajando ya en el cercano incendio de Olivella, que ya había masacrado cientos de hectáreas desde la tarde. Varias personas tuvieron que alejar sus vehículos aparcados ahí cerca. La policía municipal acordonó un perímetro y se fue.
El foco; controlado pero no extinto; estuvo emitiendo gases tóxicos a los cuales estuvieron expuestos los vecinos.
Por la mañana, y como si nada, la brigada continúa trayendo más camiones y los acumula justo al lado de las todavía humeantes cenizas.
Esto no es una hoguera! Es una Incineración de vertidos!
Hoy todas las ARBAS de Iberia nos encontramos heridos, nos duele Sierra Bermeja, nos arde Navarra, nos quema desde el Ebro al Prepirineo, desde Murcia hasta aquí mismo el Garraf. Pero sobre todo nos abrasa el corazón saber la muerte cierta de tantas camadas de lobeznos en la Sierra de la Culebra, el mayor incendio de nuestra historia.
Por si no os habéis dado cuenta, estamos en pleno cambio climático y al borde de una Guerra Mundial, en crisis ecológica y energética.
¡porque lo hemos quemado todo ya!
En su origen; cuando éramos campesinos; la hoguera de San Juan se encendía con ramas de 7 árboles distintos, que los lugareños aportaban de sus restos de poda, de sus propias reservas de leña, o que se extraían de los bosques comunales que poseía el municipio.
La fiesta de hoy es algo muy distinto, que cada año pagan con su vida miles de animales, con sus nervios y su salud muchas personas por los efectos de la pirotecnia.
Pero esto pasa de castaño oscuro, ¿no creéis?
Los arberos de toda Iberia, nos preparamos para un duro verano de un modo muy distinto, nosotros por ejemplo hemos estado trabajando para que el Robledal de Les Bassetes, que restauramos para que pertenezca a todos los ciudadanos, la hierba seca de los caminos esté segada y los pasillos de zarza recortados, los jóvenes árboles han acolchados con el material resultante para humedecer y fertilizar su suelo, retiramos escaleras de fuego y vertidos que los inconscientes abandonan, y hemos mejorado la instalación de agua para cualquier caso de emergencia.
Creemos que así hay que actuar para proteger nuestro último Bosque Comunal. Y el resto de arberos hacen lo propio en cada rincón de la península.
A nosotros nos parece de lunáticos quemar en este lugar y momento, unos productos cuya combustión es contaminante y tóxica, porque pone en peligro el medio ambiente, la salud y la vida de las personas.
No lo vamos a tolerar de ningún modo!
Ahí fuera, ahora mismo, hay gente que lo está perdiendo todo, y otros se están jugando la vida.
Asociaciones por la Recuperación de los Bosques Autóctonos
ARBA.