Fantástico video del pueblo de Vañes. En especial la entrevista a Clara, una de las Psicólogas que forma el equipo técnico. Fuí paciente hace 2 años y del primer al último profesional, no me ha podido dar mejor trato y atención. Le debo Mucho a esta Fundación porque me ha devuelto a la vida, a día de hoy... hace ya 2 años. Soy extremadamente feliz con una vida estructurada y una familia de en sueño. Siempre llevaré a este equipo de profesionales en mi corazón. Magníficos recuerdos de las instalaciones y de Vañes en general. ❤️ SPIRAL😃 (Javi Granda).
Yo también fuí paciente, pero en el año 1997, y supongo que el equipo técnico, ya no será el mismo. El antiguo pueblo de Vañes se encuentra bajo las aguas del embalse de Requejada. Recuerdo que el entorno natural de la Comarca de la Pernia, en la montaña palentina, era idílico y maravilloso. También recuerdo que, el programa, el día a día se me hizo muy duro, porque no estaba acostumbrado a tal aislamiento, a una disciplina tan rígida, con tantas normas y esfuerzo físico (tanto en muchos de los trabajos, como el constante deporte, como en las preciosas pero durísimas "marchas" kilométricas de los domingos, cargados con las mochilas durante todo el día). También se me hizo muy duro el frío que pasábamos durante los meses de invierno en pleno paraje de montaña. Y aunque siempre existía buena relación con los compañeros y los miembros del 'Equipo técnico', no se podía evitar la sensación de total aislamiento, de soledad y de melancolía. Siempre pensábamos que había que tener paciencia, que un año pasaba rápido, y que todo por lo que estábamos pasando, era necesario para conseguir una recuperación con garantías. En mi caso, por desgracia, sólo aguanté 5 meses. Después conseguí rehacer mi vida, conseguí trabajo y fuí tirando gracias al apoyo de mi familia. Incluso, tuve la gran suerte de poder estudiar y preparar una oposición mientras trabajaba, y conseguí aprobarla contra todo pronóstico. De repente, tenía mi futuro laboral resuelto, porque me había convertido en funcionario del Estado. No podía pedir más a la vida...y fué en ese momento, en el que, incomprensiblemente, volví a "morder el polvo", me estrellé, volví a caer. Fué en Diciembre de 2002, justo cuando empecé a trabajar como funcionario...y nunca más he podido levantar cabeza. Ya han pasado 17 años, y mi vida hasta hoy, ha sido un camino muy triste, porque pudiéndo tenerlo todo, no tengo nada. Aunque tengo un trabajo que me permite sobrevivir, nunca he podido llevar una vida tranquila, normal, feliz...no he querido ni podido tener pareja y formar una familia, porque esta enfermedad no lo permite. Mi vida es triste y amarga, porque tengo que llevar una doble vida: tengo que trabajar de cara al público aparentando normalidad, pero mi vida real es un infierno que tengo que arrastrar en soledad y en la miseria. Aunque la vida me ha dado un trabajo y un medio de subsistencia, me ha quitado la posibilidad de vivir y disfrutar la vida. Vivo al día y en la ruina, vivo malamente y ya no hay ilusión ni esperanza. Ya sólo espero que este suplicio acabe cuanto antes. Mi único consuelo es el llanto amargo por una vida perdida. Ojalá que mi mala experiencia, le sirva de reflexión a cualquiera que aún esté a tiempo de reaccionar. Para él o ella: ánimo y buena suerte!
Adoro Vañes 😍😍
Fantástico video del pueblo de Vañes.
En especial la entrevista a Clara, una de las Psicólogas que forma el equipo técnico. Fuí paciente hace 2 años y del primer al último profesional, no me ha podido dar mejor trato y atención. Le debo Mucho a esta Fundación porque me ha devuelto a la vida, a día de hoy... hace ya 2 años. Soy extremadamente feliz con una vida estructurada y una familia de en sueño. Siempre llevaré a este equipo de profesionales en mi corazón.
Magníficos recuerdos de las instalaciones y de Vañes en general.
❤️ SPIRAL😃 (Javi Granda).
Yo también fuí paciente, pero en el año 1997, y supongo que el equipo técnico, ya no será el mismo.
El antiguo pueblo de Vañes se encuentra bajo las aguas del embalse de Requejada. Recuerdo que el entorno natural de la Comarca de la Pernia, en la montaña palentina, era idílico y maravilloso. También recuerdo que, el programa, el día a día se me hizo muy duro, porque no estaba acostumbrado a tal aislamiento, a una disciplina tan rígida, con tantas normas y esfuerzo físico (tanto en muchos de los trabajos, como el constante deporte, como en las preciosas pero durísimas "marchas" kilométricas de los domingos, cargados con las mochilas durante todo el día). También se me hizo muy duro el frío que pasábamos durante los meses de invierno en pleno paraje de montaña.
Y aunque siempre existía buena relación con los compañeros y los miembros del 'Equipo técnico', no se podía evitar la sensación de total aislamiento, de soledad y de melancolía. Siempre pensábamos que había que tener paciencia, que un año pasaba rápido, y que todo por lo que estábamos pasando, era necesario para conseguir una recuperación con garantías.
En mi caso, por desgracia, sólo aguanté 5 meses.
Después conseguí rehacer mi vida, conseguí trabajo y fuí tirando gracias al apoyo de mi familia. Incluso, tuve la gran suerte de poder estudiar y preparar una oposición mientras trabajaba, y conseguí aprobarla contra todo pronóstico. De repente, tenía mi futuro laboral resuelto, porque me había convertido en funcionario del Estado. No podía pedir más a la vida...y fué en ese momento, en el que, incomprensiblemente, volví a "morder el polvo", me estrellé, volví a caer. Fué en Diciembre de 2002, justo cuando empecé a trabajar como funcionario...y nunca más he podido levantar cabeza. Ya han pasado 17 años, y mi vida hasta hoy, ha sido un camino muy triste, porque pudiéndo tenerlo todo, no tengo nada. Aunque tengo un trabajo que me permite sobrevivir, nunca he podido llevar una vida tranquila, normal, feliz...no he querido ni podido tener pareja y formar una familia, porque esta enfermedad no lo permite. Mi vida es triste y amarga, porque tengo que llevar una doble vida: tengo que trabajar de cara al público aparentando normalidad, pero mi vida real es un infierno que tengo que arrastrar en soledad y en la miseria. Aunque la vida me ha dado un trabajo y un medio de subsistencia, me ha quitado la posibilidad de vivir y disfrutar la vida. Vivo al día y en la ruina, vivo malamente y ya no hay ilusión ni esperanza.
Ya sólo espero que este suplicio acabe cuanto antes. Mi único consuelo es el llanto amargo por una vida perdida.
Ojalá que mi mala experiencia, le sirva de reflexión a cualquiera que aún esté a tiempo de reaccionar. Para él o ella: ánimo y buena suerte!