Gracias por subir el vídeo. Tenía tantas ganas de ir y por cosas de la vida al final me quedé sin entrada. Me ha hecho mucha ilusión verlo. Que festival más maravilloso y que artistas tan buenos. 😊♥️ Tino, que grande eres!!
Nací en Seviila, allí me crié en una de las casas de vecinos más céntricas y famosas de esa ciudad, mía y de todos. Mira por donde descubrí la guitarra flamenca muy tardíamente y, cautivado como Tino, por mis primeros acordes por soleá, no pude desde entonces desligar de mis abrazos el que casi todos los días dedico a mi guitarra. Desgraciadamente aprendí como casi todos los autodidactas, mal y con muchas lagunas de conocimiento. Para mí dicha fue hace tres años que conocí a Tino a través de una escuela online de flamenco, "onlineflamenco" dirigida por mi buen amigo Detmar, también guitarrista y mejor persona. Tino actualmente me da consejos y con su inmensa sabiduría flamenca me hace sentir a veces como si el que fuese el guiri soy yo y me siento orgulloso de que haya sido quien me esté enseñando la manera de abrir las puertas del paraiso rítmico y sonoro contenido entre las seis cuerdas flamencas.
Gracias por subir el vídeo.
Tenía tantas ganas de ir y por cosas de la vida al final me quedé sin entrada. Me ha hecho mucha ilusión verlo. Que festival más maravilloso y que artistas tan buenos. 😊♥️
Tino, que grande eres!!
Nací en Seviila, allí me crié en una de las casas de vecinos más céntricas y famosas de esa ciudad, mía y de todos. Mira por donde descubrí la guitarra flamenca muy tardíamente y, cautivado como Tino, por mis primeros acordes por soleá, no pude desde entonces desligar de mis abrazos el que casi todos los días dedico a mi guitarra. Desgraciadamente aprendí como casi todos los autodidactas, mal y con muchas lagunas de conocimiento. Para mí dicha fue hace tres años que conocí a Tino a través de una escuela online de flamenco, "onlineflamenco" dirigida por mi buen amigo Detmar, también guitarrista y mejor persona. Tino actualmente me da consejos y con su inmensa sabiduría flamenca me hace sentir a veces como si el que fuese el guiri soy yo y me siento orgulloso de que haya sido quien me esté enseñando la manera de abrir las puertas del paraiso rítmico y sonoro contenido entre las seis cuerdas flamencas.