ESCORRENTIAS EN EL ALGARVE - PORTUGAL

Los altos acantilados ocres dominan el paisaje costero de la zona occidental del Algarve. Son rocas calizas procedentes de formaciones sedimentarias mesozoicas y cenozoicas que en continua erosión van creando esta preciosa kárstica costera.
En este tipo de terreno, la caliza se fractura formando grietas o diaclasas. El agua de lluvia hace que esta roca se vaya disolviendo, provocando un relieve complejo, denominado relieve kárstico, donde podemos encontrar poljes, gargantas, que son valles estrechos y profundos causados por los ríos o riberas, dolinas, cuevas, simas, y lapiaces o lenares.
Comenzamos las imágenes con estos lapiaces, que son estrías y cavidades irregulares y superficiales, producidas por la escorrentía o arroyada en rocas calcáreas. Su génesis se produce por la disolución superficial de la roca caliza afectada por agua de escorrentía, Esta disolución se acelera durante las lluvias debido a la acidez por el dióxido de carbono del aire, que por hidratación se convierte en ácido carbónico, y la acción de ácidos húmicos.
Las figuras que presentan esta especie de cárcavas son preciosas, y cambiantes constantemente. Pequeñas vaguadas cargadas de vegetación arbustiva son los vehículos que transportan las aguas de escorrentía hacia el plácido Atlántico.
Alcanzamos la orilla y observamos un espectacular paisaje kárstico, ya comentado. Aquí la naturaleza parece haber querido demostrar al hombre que tiene sus mismas o mejores habilidades arquitectónicas. El trabajo de los jinetes erosivos ha creado estructuras sorprendentes, acantilados calcáreos de tonos cálidos, muy fragmentados y con fisuras, desmoronándose con el tiempo, no sin antes dejarnos un amplio muestrario de notable diversidad de curiosos y caprichosos modelados kársticos. Así, podemos apreciar en las imágenes varios leixaos, que son islotes de piedra de diferentes formas y tamaños. Estos islotes calizos se quedaron a salvo producto del retroceso de la tierra en el proceso de erosión.
Nos encontramos en el sur del municipio (concelho) de Lagoa, en pleno corazón del Algarve, sin duda una de las zonas más impresionantes del litoral peninsular, con pequeñas playas, ejércitos de altos acantilados, arcos naturales, algares, grutas, cavernas, cuevas, figuras de todo tipo, las cuales las dejamos abiertas a la imaginación…
Recorremos un poco esta parte de la costa y, aparte de los comentados leixaos, observamos un espectacular arco marino doble que es una de las formaciones naturales más fotografiadas del Algarve (arco da Praia da Mesquita o arco de Marinha), impresionante estampa de los dos arcos sobre el mar, que parecen prestados de un acueducto romano.
También observamos pequeñas playas paradisíacas de arena fina y dorada, prácticamente inaccesibles, algunas de ellas casi cegadas por pequeñas rocas.
Todo esto en cuanto a la línea costera. La cima de estos acantilados y la extensa superficie de acceso a ellos están cubiertas de una vegetación de exuberantes matorrales del litoral, como palmitos, enebros, sabinas, lentiscos, ejemplares de pinos y una amplia gama de plantas aromáticas, además de especies típicas de los acantilados, como el hinojo marino, la orzaga y el caramillo, formando una mancha verde que envuelve la playa.
Y para finalizar estas imágenes, volvemos a nuestros lapiaces y nuestras escorrentías, sin duda una preciosa estampa.
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