Miren Iza (Guipuzcoa, 1979) es Tulsa, tras años de carrera musical ha decidido dar un paso adelante y en su cuarto álbum demuestra una fuerza renovada que aborda con más electricidad, dominada por los teclados. El disco se llama "Centauros" porque está inspirado en estas figuras mitológicas medio humanas, medio equinas, “vigorosas, contradictorias y misteriosas”, como ella misma indica en la nota de prensa. Un texto en el libreto del CD de Alejandro Simón Partal habla de cómo hombre y caballo se complementan en el centauro, definiendo el “amor y la barbarie” como “dos maneras de llamar al deseo”. Tulsa llena sus letras de retorcidos textos para descubrir los males de corazón, las malas decisiones que se toman en la vida, que pueden convertirnos en alimañas. Un disco visceral, tan sincero como brutal. "Centauros", "Bilbao", "Atalaya", "Venda, vendita, venda" entre las canciones más escalofriantes. La guipuzcoana logra el equilibrio entre riego y delicadeza, con preciosistas arreglos. Huye del concepto de cantautora, para explorar otros caminos más osados, siguiendo la senda abierta con “La calma chicha” (2015), disco que llegó después de abandonar temporalmente la banda para irse a Nueva York a trabajar como psiquiatra, su segunda profesión. Miren se hace fuerte ante las embestidas de la vida, retuerce el lenguaje íntimo y muestra un alma sensible. Música independiente novedades.
La escuché anoche, por azares del algoritmo, tras entrar de lavarme los dientes y la he escuchado todo el día: himnón. El hecho de que ella sea psiquiatría es la cereza del pastel.
Miren Iza (Guipuzcoa, 1979) es Tulsa, tras años de carrera musical ha decidido dar un paso adelante y en su cuarto álbum demuestra una fuerza renovada que aborda con más electricidad, dominada por los teclados. El disco se llama "Centauros" porque está inspirado en estas figuras mitológicas medio humanas, medio equinas, “vigorosas, contradictorias y misteriosas”, como ella misma indica en la nota de prensa. Un texto en el libreto del CD de Alejandro Simón Partal habla de cómo hombre y caballo se complementan en el centauro, definiendo el “amor y la barbarie” como “dos maneras de llamar al deseo”. Tulsa llena sus letras de retorcidos textos para descubrir los males de corazón, las malas decisiones que se toman en la vida, que pueden convertirnos en alimañas. Un disco visceral, tan sincero como brutal. "Centauros", "Bilbao", "Atalaya", "Venda, vendita, venda" entre las canciones más escalofriantes. La guipuzcoana logra el equilibrio entre riego y delicadeza, con preciosistas arreglos. Huye del concepto de cantautora, para explorar otros caminos más osados, siguiendo la senda abierta con “La calma chicha” (2015), disco que llegó después de abandonar temporalmente la banda para irse a Nueva York a trabajar como psiquiatra, su segunda profesión. Miren se hace fuerte ante las embestidas de la vida, retuerce el lenguaje íntimo y muestra un alma sensible. Música independiente novedades.
Todo el mundo habla mal de ti, eso habla muy bien de ti.
Grandiosa canción.
tulsa tengo desde los 16 sabiendo de tu musica ,aqui estamos al pendiente
No puedo quitármela de la cabeza! Como me gustan esos bailes! Grande Tulsa!!!
Tulsa, tú sí sabes hacerte querer. Quiero tus canciones en bucle.
Me gusta mucho su música saludos desde México.
Miren Iza (Guipuzcoa, 1979) es Tulsa, tras años de carrera musical ha decidido dar un paso adelante y en su cuarto álbum demuestra una fuerza renovada que aborda con más electricidad, dominada por los teclados. El disco se llama "Centauros" porque está inspirado en estas figuras mitológicas medio humanas, medio equinas, “vigorosas, contradictorias y misteriosas”, como ella misma indica en la nota de prensa. Un texto en el libreto del CD de Alejandro Simón Partal habla de cómo hombre y caballo se complementan en el centauro, definiendo el “amor y la barbarie” como “dos maneras de llamar al deseo”.
Tulsa llena sus letras de retorcidos textos para descubrir los males de corazón, las malas decisiones que se toman en la vida, que pueden convertirnos en alimañas. Un disco visceral, tan sincero como brutal. "Centauros", "Bilbao", "Atalaya", "Venda, vendita, venda" entre las canciones más escalofriantes. La guipuzcoana logra el equilibrio entre riego y delicadeza, con preciosistas arreglos.
Huye del concepto de cantautora, para explorar otros caminos más osados, siguiendo la senda abierta con “La calma chicha” (2015), disco que llegó después de abandonar temporalmente la banda para irse a Nueva York a trabajar como psiquiatra, su segunda profesión. Miren se hace fuerte ante las embestidas de la vida, retuerce el lenguaje íntimo y muestra un alma sensible.
Música independiente novedades.
Acabo de escucharte hablar en la radio y es un gustazo oír tu voz
Doctora...
Ahora que vienen a México, ya hasta tengo mi boleto para ir a verles y hay muchas canciones que ni había escuchado, y otras tantas que no me sé :/
¿Cuándo vino a México y a dónde, sabes?
Otro fantastico disco. Espero que Amiga sea el proximo disco seguido de Venda Vendita Venda.
Da gusto escuchar temazos como este 👏
La escuché anoche, por azares del algoritmo, tras entrar de lavarme los dientes y la he escuchado todo el día: himnón. El hecho de que ella sea psiquiatría es la cereza del pastel.
TEMAZO.
Me encantaaaa❤️😍
En mayo disfrutaremos como centaurus en SEVILLA INTERESTELAR 18
Brutal solo
Flow ¡¡
Mola!
¿Mia Wallace?
O yo vestido de puta en carnavales jajja
Miren Iza (Guipuzcoa, 1979) es Tulsa, tras años de carrera musical ha decidido dar un paso adelante y en su cuarto álbum demuestra una fuerza renovada que aborda con más electricidad, dominada por los teclados. El disco se llama "Centauros" porque está inspirado en estas figuras mitológicas medio humanas, medio equinas, “vigorosas, contradictorias y misteriosas”, como ella misma indica en la nota de prensa. Un texto en el libreto del CD de Alejandro Simón Partal habla de cómo hombre y caballo se complementan en el centauro, definiendo el “amor y la barbarie” como “dos maneras de llamar al deseo”.
Tulsa llena sus letras de retorcidos textos para descubrir los males de corazón, las malas decisiones que se toman en la vida, que pueden convertirnos en alimañas. Un disco visceral, tan sincero como brutal. "Centauros", "Bilbao", "Atalaya", "Venda, vendita, venda" entre las canciones más escalofriantes. La guipuzcoana logra el equilibrio entre riego y delicadeza, con preciosistas arreglos.
Huye del concepto de cantautora, para explorar otros caminos más osados, siguiendo la senda abierta con “La calma chicha” (2015), disco que llegó después de abandonar temporalmente la banda para irse a Nueva York a trabajar como psiquiatra, su segunda profesión. Miren se hace fuerte ante las embestidas de la vida, retuerce el lenguaje íntimo y muestra un alma sensible.
Música independiente novedades.