El camino de Sayago, canción

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  • เผยแพร่เมื่อ 27 เม.ย. 2024
  • Letra de Sergio Aguilar @buenajera
    Hace casi 20 años Sergio escribió esta poesía. Supongo que "El Camino" estaba ya predeterminado en su cabeza, porque lo refleja perfectamente... Hace unos meses pensó en ponerle banda sonora a la peripecia y, mira tú por dónde, sólo le faltaba la melodía, porque la letra ya la tenía escrita:
    🗣️🎶
    "Cruzarás el nuevo Tormes
    remando en balsa de encinas.
    En tu zurrón, una manta.
    En tu corazón, espinas.
    Tendrán tus ojos mil peñas
    lloradas de musgo seco.
    Y verás al fin mi tierra...
    y más roca y más encina...
    y algún roble retorcido
    que hacia la luna se espiga.
    Los vientos traerán cantando
    los ecos de voces niñas.
    ¡Buenajera! ¡No habrá nadie...!
    Caminando por Sayago,
    al paso de su escudero,
    desde el embalse de Almendra
    a los Arribes del Duero.
    Verás mi tierra baldía,
    pisarán tus pies mi suelo,
    andarás entre cenizas,
    rozará mi aire tu pelo...
    ¡Mi alma ultrajada hecha trizas!
    Y verás así mi tierra,
    y más allá, tierra mía...
    Y allá, a lo lejos, la tierra
    que yo perder no quería.
    Cruzarás el viejo Duero
    dejando atrás olvidada,
    en tu zurrón, una saya,
    en la otra orilla, mi casa:
    Sayago... Zamora...
    ...Remando en balsa de encinas,
    los vientos traerán cantando
    los ecos de voces niñas.
    Cruzarás las mil riveras
    entre peñas y cortinas.
    ¡Buenajera!
    ¡Buscarás y no habrá nadie,
    caminando por Sayago!
    ¡Buenajera!
    ¡Gritarás y no habrá nadie,
    caminando por Sayago!
    Bajo el azul de su cielo...
    Desde el embalse de Almendra,
    a los Arribes del Duero."
    👁️🔎Pensaba que a un texto así le pegaba una balada. Ha querido transmitir la conexión con Sayago y con todo el rural zamorano, evocando sentimientos de nostalgia, pérdida y pertenencia, que por desgracia compartimos, utilizando imágenes naturales y paisajes para pintar un retrato emocional de la tierra amada, pero también dolorosamente abandonada. No sabe si lo habrá conseguido, pero pretendía ser una reflexión sobre el apego a la tierra que amamos, incluso cuando se está lejos de ella, y sobre la lucha interna entre la partida y el deseo de permanecer o volver a ella.
    ¡Buena Jera!

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