La ley del “ojo por ojo” formaba parte de las leyes que Dios dio a los israelitas mediante Moisés. Además, Jesús la mencionó en el Sermón del Monte (Mateo 5:38; Éxodo 21:24, 25; Deuteronomio 19:21). Según esta ley, el castigo que se imponía a un malhechor tenía que ser proporcional al mal que había cometido. a Esta ley se aplicaba a quienes hacían daño a propósito a otras personas. En esos casos, la Ley mosaica decía: “Fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente; la misma clase de defecto que le cause al hombre, eso es lo que se le debe causar a él” (Levítico 24:20).
Me gusto mucho, felicitaciones.
La ley más perfecta que jamás ha existido
La ley del “ojo por ojo” formaba parte de las leyes que Dios dio a los israelitas mediante Moisés. Además, Jesús la mencionó en el Sermón del Monte (Mateo 5:38; Éxodo 21:24, 25; Deuteronomio 19:21). Según esta ley, el castigo que se imponía a un malhechor tenía que ser proporcional al mal que había cometido. a
Esta ley se aplicaba a quienes hacían daño a propósito a otras personas. En esos casos, la Ley mosaica decía: “Fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente; la misma clase de defecto que le cause al hombre, eso es lo que se le debe causar a él” (Levítico 24:20).
Pero con las vacunas...