Samuel, un niño fiel.

La historia del niño Samuel en el templo de Dios nos enseña una gran lección sobre la fidelidad. Aunque Samuel era muy joven, él escuchó la voz de Dios y respondió con un corazón dispuesto a servir. Cuando Dios lo llamó, Samuel dijo: “Aquí estoy, Señor”, mostrando su obediencia y amor por Dios.
Para nosotros, ser fieles significa escuchar a Dios, confiar en Él y seguir sus enseñanzas, aunque a veces no entendamos todo lo que nos dice. Samuel nos muestra que no importa la edad, siempre podemos ser fieles y obedientes a Dios, porque Él siempre está cerca de nosotros, guiándonos en todo momento. Al igual que Samuel, podemos decir: "Habla, Señor, que tu siervo escucha" y confiar en que Él nos guiará en nuestro camino.