Pero… cuando el trabajo se vuelve difícil - Mike Yorston / Domingo 11 de agosto 2024

Dios creó el trabajo como parte de su plan original para el ser humano. ¿Por qué entonces experimentamos dificultades con el trabajo, como el estrés, la compensación injusta y el maltrato?
Como vimos en Gen 3:14-19, la desobediencia trajo como consecuencia la maldición del pecado sobre todas las esferas de nuestra vida, incluyendo los “espinos y cardos” del trabajo. Es importante que tengamos conciencia de cómo el pecado se manifiesta en el mundo laboral, tanto alrededor nuestro como en nosotros mismos. Al auto-examinarnos, no nos quedemos solo en nuestro pecado visible o ”superficial”, sino que entendamos las motivaciones de nuestro corazón y las causas raíz del pecado - la analogía de la aleta del tiburón visible vs. el tiburón que está debajo.
Aunque durante nuestro tiempo en esta tierra experimentemos los efectos negativos del pecado sobre el trabajo, podemos tener esperanza porque Jesús venció al pecado y nos dejó al Espíritu Santo para guiarnos en nuestro andar diario, incluyendo en nuestros trabajos. Jesús quiere usarnos a nosotros en nuestros trabajos como parte de su plan de redención para este mundo.
Preguntas para profundizar:
1. Vuelve a leer Génesis 3:14-19. ¿Qué te llama la atención?
2. ¿Has experimentado los “espinos y cardos” de Gen 3:18 en tu trabajo u ocupación? ¿De qué forma?
3. Piensa en alguna situación donde tú hayas sido parte del problema. ¿Cuáles eran las motivaciones reales de tu corazón en esa situación?
4. ¿Acudes al Espíritu Santo cuando enfrentas situaciones difíciles en tu trabajo? ¿Cómo puedes tenerlo más presente?