Hola, Gabriela. Delicioso es el término para esta entrega. Figuritas-resorte-allá-atrás. Propones viajes que ni la Nasa del revés. Coleccioné seis o siete reyes magos de tamaño parecido que me iban saliendo cada seis de enero en el tortell* de reyes en casa de mis padres. Los guardaba porque quería atesorar esas sobremesas, sabiendo la edad provecta de mis progenitores. De vez en cuando saco de parranda a las figuritas y la imaginación y el recuerdo sobrevuelan la sala. Un millón de gracias por hacer revolotear todo eso. Abrazos, Òscar. *Torta dulce en cuyo interior aparecía una figurita y una haba. El pastel traía una corona dorada de cartón y a quien -en el corte de porción-, le tocaba la figurita del rey, era coronado. Por el contrario, a quien le tocaba el infortunio de sacar la faba, debía hacerse cargo del importe del postre. Nótese que "reyes" lo escribo siempre en minúscula, algo es algo.
No te dás una idea de todo lo que podría escribir sobre el Chocolatín Jack, mi infancia, y estas minifiguras. Y qué raro parece, en mis casi 60, ponerme a rememorar lo cotidiano de ver llegar a mi papá del trabajo, y preguntar a mi madre quién de las dos hermanas se había portado mejor. Claramente mi hermana Elisa (que en paz descanse) comía muchos chocolatines y yo no (siempre en mi exitoso rol de ovejita negra ja, ja, ja). Igualmente, cada tanto me tocaba un Jack, y mis personajes preferidos, por lejos, han sido siempre los de García Ferré. Y gracias por contarme del Tortell, no lo conocía (y eso que viví en Barcelona). Abrazos, y que tengas un excelente fin de semana.
Hola, Gabriela.
Delicioso es el término para esta entrega. Figuritas-resorte-allá-atrás. Propones viajes que ni la Nasa del revés. Coleccioné seis o siete reyes magos de tamaño parecido que me iban saliendo cada seis de enero en el tortell* de reyes en casa de mis padres. Los guardaba porque quería atesorar esas sobremesas, sabiendo la edad provecta de mis progenitores. De vez en cuando saco de parranda a las figuritas y la imaginación y el recuerdo sobrevuelan la sala. Un millón de gracias por hacer revolotear todo eso. Abrazos,
Òscar.
*Torta dulce en cuyo interior aparecía una figurita y una haba. El pastel traía una corona dorada de cartón y a quien -en el corte de porción-, le tocaba la figurita del rey, era coronado. Por el contrario, a quien le tocaba el infortunio de sacar la faba, debía hacerse cargo del importe del postre. Nótese que "reyes" lo escribo siempre en minúscula, algo es algo.
No te dás una idea de todo lo que podría escribir sobre el Chocolatín Jack, mi infancia, y estas minifiguras. Y qué raro parece, en mis casi 60, ponerme a rememorar lo cotidiano de ver llegar a mi papá del trabajo, y preguntar a mi madre quién de las dos hermanas se había portado mejor. Claramente mi hermana Elisa (que en paz descanse) comía muchos chocolatines y yo no (siempre en mi exitoso rol de ovejita negra ja, ja, ja). Igualmente, cada tanto me tocaba un Jack, y mis personajes preferidos, por lejos, han sido siempre los de García Ferré.
Y gracias por contarme del Tortell, no lo conocía (y eso que viví en Barcelona).
Abrazos, y que tengas un excelente fin de semana.