eoloe - 20/03/2023 - Nuestros aperos de labranza para olivar.

Veinte de marzo del año de nuestro Señor, dos mil veintitrés.
Muy buen día y muchísimas gracias por visitar nuestro canal “eoloe”, en el Servicio de Alojamiento Gratuito de Vídeos de Internet: TH-cam.
En nuestra finca “Minguillao” de Priego de Córdoba, la media pluviométrica de los últimos cuatro años ha sido de 480 litros por metro cuadrado. Por ello, nuestro principal objetivo continúa siendo conseguir que este déficit hídrico perjudique lo menos posible nuestro olivar tradicional. Para lo cual utilizamos los siguientes aperos:
Rastra de estrebecillas: la usamos para emparejar la tierra, quitar la hierba seca, cerrar las grietas que el calor del verano provoca en la tierra de nuestra finca y refrescar los olivos con el polvo que levanta este apero. Cuando la compramos, traía un enganche para colocarlo en el tiro del tractor, el cual nosotros sustituimos por un armazón rígido que se cogiese a los brazos del mismo, con el propósito de fijarla completamente y suprimir los movimientos laterales.
Disponemos de dos gradas de dieciséis y dieciocho discos, aunque únicamente empleamos esta última para triturar la hierba cuando ésta ha crecido en exceso, con el fin de mezclarla con la tierra y a la vez marcar unos surcos de poca profundidad en la tierra, para que retengan la mayor cantidad posible del agua de lluvia y la filtren hacia las raíces con mayor prontitud que lo hacen los suelos dejados a no cultivo.
Subsolador de un brazo: lo aprovechamos para pasarlo por el centro de las ”camás” en las parcelas con mucha o poca pendiente del terreno, con el objeto de frenar y filtrar la lluvia. El subsolador que aparece en dos vídeos anteriores, tiene adaptado un carrete y un tubo por el que introducir las gomas de riego para enterrarlas, es propiedad de José Luis Jiménez. Motivo por el que no lo incluimos en este vídeo.
Desbrozadora de dos cabezales: es de cadenas y mediante la toma de fuerza que lleva incorporada, pone en funcionamiento las cadenas y los platos situados en la parte inferior que son los encargados de cortar la hierba. Además, cuenta con un embrague, cuya finalidad es la de impedir roturas mecánicas si la desbrozadora se bloquea por cualquier motivo.
Rulo: lo empleamos para hacerle las soleras a los olivos y compactar los carriles de la finca. Lleva adaptado un desplazador para que el apero llegue hasta el tronco desplazándose por debajo de la copa del olivo, mientras el tractor describa la circunferencia circulando por la parte exterior del mismo. Nuestro rulo cuenta con una cuchilla que ayuda a emparejar la tierra de la solera y contribuye a arrastrar fuera de la misma las piedras que acumula. Y para aumentar su peso, el cilindro va lleno de agua.
Peine: para incorporarlo al conquilde con el propósito de alisar la tierra y eliminar los surcos que generan los brazos.
Rastrillo: sirve para quitar las piedras del terreno y a la vez para emparejar también la tierra.
Conquilde: lo utilizamos para realizar una labor más superficial que la que hace el cultivador. Es más ancho que éste, cuenta con veintiún brazos de roscos y las rejas son de menor tamaño. Y con el tamaño que tiene, nos permite arar la anchura de todas las “camás” con sólo dos pasadas.
Cultivador: realiza una labor más profunda que el conquilde. Y su anchura es menor, para que el tractor pueda arrastrarlo con menor dificultad. Dispone únicamente de nueve brazos con muelles adaptados, cuya finalidad es la de impedir que aquellos se partan al quedar bloqueados por piedras, herrizas o raíces enterradas.
Ramonero: es un cultivador que hemos adaptado para esta finalidad, quitándole los cuatro brazos delanteros, adaptándole seis brazos a la parte trasera y quitándole a éstos las rejas para disminuir la resistencia al avance.
Muchas gracias por visualizar este vídeo y que todo le vaya muy bien.
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