El justo y el necio.
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- เผยแพร่เมื่อ 10 ก.พ. 2025
- Pro_13:5, Pro_13:9, Pro_13:14-16, Pro_13:21-22. El justo y el necio.
En el libro de Proverbios hay temas cuyo tratamiento es recurrente, y dentro de esos temas recurrentes, que prácticamente ocupan todo el libro, es el de la comparación entre las personas justas y las personas necias. Y ello por dos razones:
• Una, porque el método de enseñanza hebreo es el de la repetición, así como el de la comparación y/o el contraste, que a veces son explícitos y otras veces están implícitos.
• Segunda, porque en cada repetición del tema, se van enseñando nuevas perspectivas del mismo, a la vez que se recuerdan algunas de las anteriormente mencionadas.
El justo.
• Aborrece la mentira (Pro_13:5).
• Su luz (su alegría, su ejemplo) serán alegría y ejemplo creciente para otros (Pro_13:9).
• Sus palabras, sus principios son manantial de vida (Pro_13:14) para apartarse de todo lo que conlleva ruina (el mal, el pecado, las malas decisiones, los errores, etc.).
• Tiene buen entendimiento y ello implica que recibe gracia (Pro_13:15).
• Procede con sabiduría (obediencia a la Palabra) y por ello le va bien (3Jn_1:2, Pro_13:16).
• Serán premiados (bendecidos) con el bien (Pro_13:21).
• Deja herederos a los hijos de sus hijos (su mejor herencia es el conocimiento de Dios, Su justicia, Su Palabra) (Pro_13:22), y además de ello les dejará riquezas.
El necio.
• Usa continuamente la mentira (Pro_13:5).
• Se hace odioso e infame (Pro_13:5).
• No será de buen ejemplo ni tendrá alegría sino más bien tristeza y muchas emociones negativas más (Pro_13:9).
• Sus palabras, sus "principios" si se pueden llamar así, son manantial de muerte, lo apartan de la bendición, la prosperidad, la plenitud, la victoria de la vida (Pro_13:14).
• No tiene buen entendimiento, y en lugar de caminar en la gracia su camino es duro (Pro_13:15).
• Procede con necedad y, por lo tanto, no le va bien (Pro_13:16).
• Lo perseguirá el mal (Pro_13:21).
• Su riqueza (cuando la tiene) está guardada para el justo (Pro_13:22).
Entonces rechacemos con todo nuestro corazón la necedad (nuestros propios caminos, los del ego, del yo falso, de la carne) que nos lleva a la ruina (Pro_16:25).
• Y abracemos con todo nuestro corazón, valores, atesoremos, la sabiduría, la justicia, la Palabra de Dios, de tal manera que la pongamos por obra y por ello tengamos una vida abundante, plena, bendecida y en victoria.