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- เผยแพร่เมื่อ 11 ม.ค. 2025
- La artrosis es una de las causas más frecuentes de dolor y discapacidad en las personas mayores. Dado el aumento de la población anciana, cada vez más se precisan de intervenciones terapéuticas que permitan retrasar sus deletéreos efectos en la salud de las personas. Por consiguiente, una política sanitaria responsable debería tener en cuenta esta demanda social y un enfoque prioritario de recursos para esta enfermedad cada vez más prevalente. El interés clínico e investigador por esta afección se ha renovado. El mayor conocimiento fisiopatológico de los cambios inmunológicos y enzimáticos que operan en la enfermedad ha modificado el concepto mecanicista que se tenía de su patogenia incorporando otro más dinámico y biológico, en que el condrocito desempeña un papel fundamental, y además sería sensible al tratamiento farmacológico, lo que retrasaría el proceso degenerativo. El sulfato de glucosamina (SG) es una molécula con un amplio abanico de acciones biológicas entre las que sobresalen la antiinflamatoria y la reguladora al alza del metabolismo de la matriz del cartílago. Recientes estudios in vitro demuestran este perfil condromodulador que favorece el anabolismo del condrocito. Igualmente, estudios a largo plazo, aleatorizados y controlados con placebo han mostrado una mejora en los síntomas y de la progresión del estrechamiento articular en personas tratadas con SG, junto con un perfil de seguridad similar al de los grupos placebo. El siguiente artículo realiza un acercamiento al control de la enfermedad con los fármacos sintomáticos de acción lenta y modificadores de la estructura en la artrosis y revisa las evidencias disponibles del SG en el tratamiento específico de la artrosis.
