LAS CEFIÑAS (AROCHE) -HUELVA

Solo con ver las imágenes estamos sintiendo paz interior, sosiego y relajación. Y es que no hay mejor terapia para romper los esquemas habituales y combatir el mundanal ruido que visitar y descansar en uno de los muchos y pequeños núcleos de población que existen en la sierra de Huelva. Uno de ellos, el cual veremos en estas imágenes, es Las Cefiñas, una pedanía perteneciente al Ayuntamiento de Aroche.
Nos encontrábamos en Aroche y, para acceder a esta aldea, llegamos a Cortegana y justo a la entrada de la misma, donde está el Mercadona, tomamos la carretera comarcal HV-2211 que nos lleva a una serie de aldeas, unas de Cortegana y otras de Aroche.
Estamos en Las Cefiñas, una pequeña aldea de 160 habitantes (cefiñeros) situada a 560 metros de altitud. Podemos observar su fisonomía alargada, sus calles empedradas y sus casas de planta baja con doblado, sus fachadas blancas y techumbres de tejas árabes. La mayoría de ellas en su parte trasera tienen un corral, patio o huerto. La puerta principal y la trasera se encuentran paralelas, por donde antiguamente permitían la entrada de los animales al corral o huerto.
Bajamos por la calle principal, la del Sagrado Corazón de Jesús, y llegamos a la iglesia del mismo nombre. Allí está, encalada, con portada resaltada y arcos ojivales concéntricos, rematada con espadaña. Las calles de la Constitución, de la Fuente, San Mamés, Montes Bajos y San Miguel terminan de conformar el modesto núcleo urbano de esta bella pedanía.
A las afueras de la aldea, en la salida hacia las huertas, se sitúa la fuente-lavadero, elemento típico en esta comarca serrana, excelente ejemplo de arquitectura civil popular. Esta fuente es conocida como fuente vieja o como la fuente lavadero de la aldea de Las Cefiñas de Aroche. El conjunto está protegido por un muro de contención y junto al mismo se encuentran unas arcas de agua de forma triangular, que dan paso a la fuente. Ésta comunica con un pilar-abrevadero y con un lavadero descubierto, integrado por diez refregaderas de lajas de piedra. Fue construida, según consta en una placa, en 1927 por el Tío Manuel “el Gato”. Su caudal solo se agota en los años muy secos.
Y este coqueto núcleo de población tiene el honor de encontrarse rodeado de un espectacular paisaje, un marco vegetal abundante donde predominan las quercíneas, encinas y alcornoques autóctonos, proporcionándonos una preciosa estampa paradisíaca.
Esta típica vegetación serrana marca su exigencia y hace que la agricultura y la ganadería supongan el principal sustento económico de la mayoría de los vecinos cefiñeros, aunque también tienen gran importancia los trabajos forestales, las pequeñas obras o trabajos del Ayuntamiento y la recogida de la castaña, que además se le dedica toda una jornada festiva otoñal, con el tradicional “tostón” y las típicas castañas asadas.
Últimamente, el turismo rural de gente proveniente, principalmente, de Sevilla, Cádiz y Huelva, colabora en mejorar la economía del pueblo.
Además, esta vegetación propicia que su frondosidad de cobijo a una abundante fauna, tanto de pequeños mamíferos como de grandes especies como los ciervos y jabalíes. Ello hace posible que se practique la caza los fines de semana de los meses de invierno.
Al igual que en toda la comarca serrana, una de las tradiciones o costumbre de Las Cefiñas es la tradicional matanza del cerdo ibérico, que se realiza durante los meses de invierno. Así se proporciona, aparte de la tradición y la cordial velada de familiares y amigos, el autoabastecimiento de los productos de estos “porcus deliciosus” durante todo el año.
Los momentos festivos tienen que tener su hueco en el calendario anual de cualquier localidad, pueblo, aldea, barrio...Las Cefiñas vive estos fabulosos momentos durante sus fiestas patronales del Sagrado Corazón de Jesús, que tienen lugar el primer fin de semana de agosto.
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