Cuando los Serafines Cantan: Lecciones del cielo para un Año de Bendición en la Tierra | Pr. Josue B

domingo, 19 Enero 2025 Pastor Josué Borges
Un Tiempo de Crisis (Isaías 6:1a)
El Contexto de la Crisis
En el "año que murió el rey Uzías" (2 Cr. 26; 2 R. 15:1-5), la nación enfrentaba incertidumbre y luto. Uzías, quien gobernó 52 años y "hizo lo recto ante los ojos de Jehová", falleció tras contraer lepra debido a su arrogancia (2 Cr. 26:16-21). Su muerte marcó el fin de un liderazgo exitoso pero incompleto. Similarmente, nuestra era ha enfrentado crisis como la pandemia del coronavirus, que dejó huellas profundas en lo social, político y económico. ¿Cómo respondemos en tiempos de inestabilidad? La lección es clara: acudir a Dios.
Una Mirada al Señor (Isaías 6:1b-4)
En su momento de crisis, Isaías miró hacia arriba y vio al Señor en su trono, alto y sublime. Observó la santidad de Dios reflejada en los serafines, quienes proclamaban: "Santo, santo, santo es Jehová de los ejércitos". El templo tembló, y el humo llenó el lugar, testimonio de la majestad divina. Esta visión transformó su perspectiva. En tiempos de incertidumbre, la clave está en fijar nuestra mirada en el Señor, no en las circunstancias. ¿Qué estamos priorizando: nuestra fuerza o la soberanía de Dios?
Una Mirada al Altar de Dios (Isaías 6:5-7)
Isaías, confrontado por la santidad divina, clamó: "¡Ay de mí, que soy hombre inmundo!" En respuesta, un serafín tomó un carbón encendido del altar y purificó sus labios. Aunque ya era un siervo de Dios, este acto simbolizó una purificación más profunda. Hoy, como cristianos, no es suficiente mantener la fe; necesitamos experiencias de renovación y avivamiento para enfrentar los desafíos de nuestro tiempo. Que el 2025 sea un año de purificación y expansión espiritual.
Una Mirada Hacia Afuera (Isaías 6:8)
Tras su transformación, Isaías escuchó la voz de Dios: "¿A quién enviaré?" Sin dudar, respondió: "Heme aquí, envíame a mí". Su disposición muestra que Dios llama a los disponibles, no necesariamente a los capacitados. Cada creyente enfrenta retos que pueden paralizar: temor, desánimo o pasado doloroso. Pero Dios nos dice: "¡Anda!", porque quiere usarnos para Su gloria.
Conclusión: Un Legado de Servicio y Adoración
El servicio cristiano debe estar anclado en la adoración. Los serafines nos enseñan que la adoración precede al servicio. El creyente no depende de circunstancias para acercarse a Dios; su prioridad es adorarlo en todo momento. Que el 2025 sea un año donde las circunstancias no sobrepasen el propósito de Dios, y nuestra vida exprese Su gloria, reflejando un legado eterno de fidelidad y santidad.