Cuando uno trabaja con empeño, ilusión y sacrificio, siempre existe la esperanza de que ese esfuerzo algún día dé frutos. A veces, esto significa que el emprendimiento se vuelva autosustentable o que nos genere algún tipo de retorno que nos haga sentir que valió la pena. Esa sensación de que el trabajo fue recompensado, esa esperanza de alcanzar lo que anhelamos -sea lo que sea-, es lo que nos define y nos impulsa a seguir adelante, convirtiéndonos en quienes somos.
Cuando uno trabaja con empeño, ilusión y sacrificio, siempre existe la esperanza de que ese esfuerzo algún día dé frutos. A veces, esto significa que el emprendimiento se vuelva autosustentable o que nos genere algún tipo de retorno que nos haga sentir que valió la pena. Esa sensación de que el trabajo fue recompensado, esa esperanza de alcanzar lo que anhelamos -sea lo que sea-, es lo que nos define y nos impulsa a seguir adelante, convirtiéndonos en quienes somos.