Año Jubilar, desafío a la Vida Consagrada.

Primer Webinar: Año Jubilar, desafío a la Vida Consagrada.
Ponente: P. Rafael González, MCCJ.
Formador en Conferencias Misioneras.
Responsable de Pastoral en la Rectoría de México.
La alegría de vivir con visión, con pasión, mirar el futuro con esperanza. El Jubileo es para todos: prisioneros, enfermos, jóvenes, ancianos y pobres. Que desborde la esperanza para testimoniar de manera creíble.
El amor que llevamos en lo profundo de nuestro corazón para crear en definitiva un mundo nuevo, el querer de Dios. La esperanza del Jubileo encuentra la mayor expresión en la Madre de Dios, en ella vemos que la Esperanza no es banal, superficial, es un don de la gracia. Es bueno preguntarnos ¿Cómo debería ser un jubileo de la Vida Consagrada? Que sea Profecía de una Esperanza que no defrauda.
1. Suscita motivaciones para ponernos en camino en el año jubilar y vivirlo a plenitud.
2. En este jubileo nos presenta los desafíos: reconocer la vitalidad, la esperanza, no hay jubileo sin oración y contemplación.
3. Revitalizar nuestra vocación desde la Palabra de Dios.
4. Anunciar la Buena Nueva, el Evangelio sin excluir a nadie.
5. Profundizar en la Bula que el Papa Francisco nos convoca, tener presente el tiempo de Gracia como una oportunidad de encontrarnos con Jesucristo que es la puerta de la salvación, encuentro personal, comunitario, el amor de Dios que brota del corazón, traspasado en la cruz.
6. El tema de la peregrinación, caminar juntos, que buscamos la orientación, el sentido de la vida, tener presente la misericordia de Dios, la indulgencia, el gran desafío reconstruir la paz en el mundo entero.
7. La cultura del buen trato, el discernimiento en la pastoral, privilegiar a los pobres.
8. El Papa habla mucho de la acedia, que ya no reaccionamos ante nada.
9. A pesar de todas nuestras limitaciones es necesario darnos otra oportunidad, siempre hay espacio para renacer. Hasta el último instante, siempre podemos abrirnos a la esperanza.
10. ¿Cuáles son nuestras propuestas concretas? Cuidemos la dimensión simbólica litúrgica, la dimensión ecológica, la dimensión fraterno - sororal, espiritual, social, política, etc.
11. EN DEFINITIVA HEMOS SIDO INVITA A LA CREATIVIDAD EN EL ESPIRITU.