El Espíritu que consuela - Pr. Alejandro Pooley / Domingo 26 de mayo 2024
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- เผยแพร่เมื่อ 9 พ.ย. 2024
- El domingo pasado hablamos acerca de cómo el Espíritu Santo nos consuela al recordarnos las verdades de Cristo. Observamos a través de Juan 14:15-31 la importancia de la obediencia como expresión de amor a Jesús, y cómo esta relación de amor y obediencia conduce a la presencia del Espíritu Santo como aquel que da consolación y guía. En este pasaje Jesús también promete la presencia del Espíritu Santo como Abogado Defensor para sus seguidores.
El verdadero consuelo proviene del Espíritu Santo al recordarnos las enseñanzas de Cristo, lo cual trae paz a nuestra mente y corazón. Tiene una gran importancia cultivar una mente centrada en las verdades de Cristo para experimentar esta paz integral. El amor a Dios, la obediencia a Cristo y el acompañamiento del Espíritu Santo se entrelazan para transformar nuestras vidas.
El consuelo del Espíritu Santo se manifiesta principalmente a través de pensamientos que nos recuerdan las enseñanzas de Cristo, lo cual impacta tanto en nuestras creencias, pensamientos, emociones y acciones.
Debemos, por lo tanto, abrirnos al consuelo y acompañamiento del Espíritu Santo, dejando atrás las creencias y acciones que nos alejan de Dios, para abrazar su verdad y experimentar su paz.
La invitación es a cultivar una relación íntima con Dios, basada en el amor, la obediencia y la guía del Espíritu Santo, como el camino hacia la verdadera paz y consuelo en medio de esta vida.
Preguntas de aplicación:
1. Lee nuevamente Juan 14:15-31. ¿Qué te llama la atención de este pasaje?
2. ¿Cómo observas en este pasaje la interacción de las tres personas de la Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo?
3. ¿Cómo observas la conexión entre amor y obediencia que está enseñando aquí Jesús?
4. ¿Qué significa para ti hoy experimentar la paz de Dios en tu mente y corazón?