Súplica de álguien desesperado importunando al único Dios verdadero, Yahvéh. Oración que a su hora va a ser escuchada, pues ha sido elevada apoyada en el Sacrificio expiatorio "de la tarde" por excelencia, aquél cuyo oferente es, a la vez, víctima propicia al Padre una vez llegada Su hora (cfr. Jn. 2, 4; Mt 26, 45). Es el justo Juez que corrige con la misericordia procedente de Su Padre hacia el desvalido, y, quien viendo su hora llegada (Jn 12, 23) se apoya con absoluta confianza como protección contra los dardos del Malvado (cfr. Ef 6, 16). "¡Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? grito que en boca de Jesús no es más que la voz de todo el género humano el cual ha sido asumido en toda su existencialidad por el Cordero Pascual. Magnífica interpretación de este emblemático Salmo. Bendiciones para todos.
Inicio de curso año 1993
Súplica de álguien desesperado importunando al único Dios verdadero, Yahvéh. Oración que a su hora va a ser escuchada, pues ha sido elevada apoyada en el Sacrificio expiatorio "de la tarde" por excelencia, aquél cuyo oferente es, a la vez, víctima propicia al Padre una vez llegada Su hora (cfr. Jn. 2, 4; Mt 26, 45). Es el justo Juez que corrige con la misericordia procedente de Su Padre hacia el desvalido, y, quien viendo su hora llegada (Jn 12, 23) se apoya con absoluta confianza como protección contra los dardos del Malvado (cfr. Ef 6, 16). "¡Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? grito que en boca de Jesús no es más que la voz de todo el género humano el cual ha sido asumido en toda su existencialidad por el Cordero Pascual. Magnífica interpretación de este emblemático Salmo. Bendiciones para todos.