Además de los dirigente$ regala-campeonatos y firma-notas-humillantes de Atlanta y el desamueblado mental de su gerente deportivo, ¿alguien puede confundir el hecho de "bancar un proyecto" con "bancar un inútil"? ¿Qué parte del tremendo fracaso en la pasantía del año pasado no entendieron como para animarse a soportar a Erviti por segundo ciclo? Elección de jugadores: pésima; planteos técnico-tácticos: inexistentes o, peor, regalos para el adversario; preparación física: nula; motivación: la misma que trasmite gestualmente Erviti con manos en los bolsillos y cabeza gacha; cambios durante los partidos: absurdos; ni hablar de resultados numéricos indefendibles: absolutamente todo quedó en rojo en 2021. Y la anterior no es una pregunta para los dirigentes del fútbol del club, quemados a más no poder, sino para el hincha de a pie. Nadie en su sano juicio puede suponer que por dar vuelta la hoja del almanaque alguien incapaz de dirigir un equipo pueda evolucionar hacia alguien, al menos, discreto para el puesto. Y para quienes pretendan objetar que con un mejor equipo este pasante amateur podría hacer una mejor campaña, pregunto: ¿CÓMO? ¿Defendiendo con cinco? ¿Sin patear al arco ni en acto ni en intención con once, con diez o en los últimos cinco minutos con el resultado abajo? Disputó tres amistosos con línea de cinco, en palabras de Gracián, "para practicar la eventualidad de tener que sostener un resultado". Mintió, como era esperable: el partido lo planteó con línea de cinco de arranque, como todos sospechábamos. El equipo del año pasado, entre todos sus horrores, destacó particularmente en uno: no generar absolutamente NADA en ataque, con casi los once jugadores permanentemente por detrás de la línea de la pelota. El partido (la derrota inexorable) de hoy tiene el sello de Erviti: nada arriba, errores abajo, partido perdido. Un calco del año pasado; un calco de los próximos veinte años, para todo equipo que juega a no perder y resigna desde el banco su ataque. Seis meses jugando (perdiendo) a lo mismo y por lo mismo. Un técnico que demostró irreversiblemente una tendencia de mayor a menor y sin tocar aún piso desde hace medio año, ¿hasta dónde puede ser sostenido bajo excusa de "creer en el proyecto"? ¿Desde cuándo se confundió que sostener un proyecto implica sostener a un insostenible como Erviti? Sin su salida, este año se puede aspirar y conformar con no estar entre los dos últimos. Aunque ya estemos últimos.
Coincido en casi todo amigo. Han rajado técnicos que iban segundos o terceros, raro lo de Erviti. Pero igualmente no le quiero caer sólo a Erviti porque si sigue como DT es por decisión de la dirigencia. PD: agradezcamos que se quedó Rago...
Además de los dirigente$ regala-campeonatos y firma-notas-humillantes de Atlanta y el desamueblado mental de su gerente deportivo, ¿alguien puede confundir el hecho de "bancar un proyecto" con "bancar un inútil"? ¿Qué parte del tremendo fracaso en la pasantía del año pasado no entendieron como para animarse a soportar a Erviti por segundo ciclo? Elección de jugadores: pésima; planteos técnico-tácticos: inexistentes o, peor, regalos para el adversario; preparación física: nula; motivación: la misma que trasmite gestualmente Erviti con manos en los bolsillos y cabeza gacha; cambios durante los partidos: absurdos; ni hablar de resultados numéricos indefendibles: absolutamente todo quedó en rojo en 2021. Y la anterior no es una pregunta para los dirigentes del fútbol del club, quemados a más no poder, sino para el hincha de a pie. Nadie en su sano juicio puede suponer que por dar vuelta la hoja del almanaque alguien incapaz de dirigir un equipo pueda evolucionar hacia alguien, al menos, discreto para el puesto. Y para quienes pretendan objetar que con un mejor equipo este pasante amateur podría hacer una mejor campaña, pregunto: ¿CÓMO? ¿Defendiendo con cinco? ¿Sin patear al arco ni en acto ni en intención con once, con diez o en los últimos cinco minutos con el resultado abajo? Disputó tres amistosos con línea de cinco, en palabras de Gracián, "para practicar la eventualidad de tener que sostener un resultado". Mintió, como era esperable: el partido lo planteó con línea de cinco de arranque, como todos sospechábamos. El equipo del año pasado, entre todos sus horrores, destacó particularmente en uno: no generar absolutamente NADA en ataque, con casi los once jugadores permanentemente por detrás de la línea de la pelota. El partido (la derrota inexorable) de hoy tiene el sello de Erviti: nada arriba, errores abajo, partido perdido. Un calco del año pasado; un calco de los próximos veinte años, para todo equipo que juega a no perder y resigna desde el banco su ataque. Seis meses jugando (perdiendo) a lo mismo y por lo mismo. Un técnico que demostró irreversiblemente una tendencia de mayor a menor y sin tocar aún piso desde hace medio año, ¿hasta dónde puede ser sostenido bajo excusa de "creer en el proyecto"? ¿Desde cuándo se confundió que sostener un proyecto implica sostener a un insostenible como Erviti? Sin su salida, este año se puede aspirar y conformar con no estar entre los dos últimos. Aunque ya estemos últimos.
Coincido en casi todo amigo. Han rajado técnicos que iban segundos o terceros, raro lo de Erviti. Pero igualmente no le quiero caer sólo a Erviti porque si sigue como DT es por decisión de la dirigencia. PD: agradezcamos que se quedó Rago...
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