En aproximadamente 3 horas expongo sobre este tema y vine a ver el vídeo para saber, pues no sé nada. Chau capos y si leen esto de aquí a meses entonces todo ya habrá pasado.
No es exacto. Juan Santos Atahualpa (Cuzco,1710-1756) y el TAKI ONKOY. Fue el dirigente quechua de una importante rebelión indígena que estalló en 1742, cuyo propósito era restaurar el Imperio de los incas y expulsar a los españoles. Al frente de las tribus selváticas, logró controlar un extenso territorio de la selva central del Virreinato del Perú, amagando la sierra central. Si bien la rebelión no llegó a extenderse más allá de esos límites, tampoco pudo ser sometida por la autoridad virreinal. Juan Santos desapareció misteriosamente hacia el año 1756, desconociéndose la fecha y las circunstancias de su fallecimiento. El primer objetivo de los rebeldes fue la reducción de Eneno, para luego seguir con Matranza, Quispango, Pichana y Nijandaris. Destruyeron en total 27 misiones y amenazaron con atacar la sierra. El virrey marqués de Villagarcía ordenó a los gobernadores de la frontera de Jauja y Tarma, Benito Troncoso y Pedro de Milla Campo que se internaran en la región convulsionada, para cercar al rebelde. Así se hizo y Troncoso llegó hasta Quisopango, en donde encontró alguna resistencia, pero logró ahuyentar a los indios. Juan Santos, que rehuyó al encuentro, se dirigió hacia el pueblo de Huancabamba. Desde Tarma salieron fuerzas coloniales para ir en su búsqueda, pero el caudillo mestizo logró ponerse a salvo. Al año siguiente, los españoles organizaron una expedición a Quimiri (hoy La Merced), en el valle de Chanchamayo. Iban bajo el mando del corregidor de Tarma, Alfonso Santa y Ortega, acompañado por el gobernador de la Frontera, Benito Troncoso. El 27 de octubre de 1743 llegaron a Quimiri, donde levantaron un fuerte, que concluyeron en el mes de noviembre. Fue dotado de cuatro cañones y cuatro pedreros, con su correspondiente provisión de municiones. El día 11 de noviembre, el corregidor Santa partió hacia el interior, quedando en el fuerte de Quimiri el capitán Fabricio Bertholi con 60 soldados. Juan Santos, que estaba al tanto de todos los movimientos del adversario, planeó atacar a la pequeña guarnición. Previamente, se apoderó de una remesa de víveres que marchaba con destino al fuerte, iniciando luego el sitio del mismo. Muchos de los soldados españoles perecieron entonces a raíz de una epidemia y en los demás cundió la desmoralización, al extremo que presionados por el hambre algunos desertaron. Entonces, Juan Santos exigió a Bertholi la rendición, mas éste se negó confiando en que le llegarían pronto los refuerzos que había solicitado por intermedio de un religioso que pudo eludir a los insurrectos. Finalmente, Juan Santos decidió atacar el fuerte y todos los españoles fueron muertos. Eran los días finales del año 1743. Mientras tanto, asumió el poder un nuevo virrey, José Antonio Manso de Velasco, futuro conde de Superunda, un militar con mucha experiencia. Juan Santos continuó sus ataques. Tomó el pueblo de Monobamba, el 24 de junio de 1746, extendiendo el radio de acción de su movimiento. Incluso se habló de manifestaciones a su favor en la lejana provincia de Canta. El virrey Manso de Velasco nombró jefe de una tercera expedición a Joseph de Llamas, marqués de Menahermosa. Pero Juan Santos tomó la iniciativa tomando Sonomoro en 1751 y Andamarca el 4 de agosto de 1752. Esto último significaba ya una seria amenaza, porque Andamarca era ya la cordillera y estaba cerca de Tarma, Jauja y Ocopa. La rebelión amenazaba extenderse a la sierra, poblada por una nutrida población indígena, cuyo alzamiento habría dado un giro formidable y decisivo a la misma. El marqués de Menahermosa maniobró para dar alcance a Juan Santos pero este logró eludirlo. El virrey enfureció con los resultados, pues no se había librado una batalla decisiva y el rebelde seguía controlando una gran zona en la selva. Corrieron rumores de que Juan Santos atacaría Paucartambo, que caería sobre Tarma, que asolaría Jauja, pero nada de esto ocurrió. Misteriosamente, el líder mestizo no volvió a realizar sus osados ataques y la región volvió a gozar de paz. Desaparición de Juan Santos Desde el año 1756 no se supo pues nada de Juan Santos. El mismo virrey Manso de Velasco, en su memoria fechada en 1761, escribió al respecto: «desde el año 1756… no se ha dejado sentir el indio rebelde y se ignora su situación y aún su existencia». Una versión dice que hubo una sublevación entre los rebeldes y que Juan Santos tuvo que ordenar la muerte de Antonio Gatica, su lugarteniente y otros hombres por posible traición. Sobre el final de Juan Santos corrieron las más variadas versiones. Una de ellas afirma que murió en Metraro, víctima de una pedrada disparada con una honda en un festejo público; otras afirman que fue envenenado. Otra posibilidad es que haya muerto de vejez. Se dice incluso que habría contado con una especie de mausoleo en Metraro, a donde descansaban sus restos humanos y eran objeto de veneración.1 Su desaparición y probable muerte tuvo visos legendarios y maravillosos, en el recuerdo de los montañeses. Para unos no había fallecido, creyendo que era inmortal. Para otros habría subido al cielo rodeado de nubes, y volvería en un futuro a la tierra.2 Fray José Miguel Salcedo aseveró que cuando llegó a San Miguel del Cunivo fue recibido por catorce canoas con unos ochenta hombres con extrañas demostraciones de regocijo, entre ellos dos capitanes del rebelde, quienes le aseguraron que Juan Santos «… murió en Metraro, y preguntándoles a donde había ido me respondieron que al infierno, y que delante de ellos desapareció su cuerpo, echando humo…». El coronel Roberto López, del ejército peruano, afirmó en una carta que muchos indios de las márgenes de los ríos Huallaga, Ucayali y sus afluentes, no creían que había muerto, pues «… un día, en presencia de varias tribus reunidas en el pueblo de Metraro, rodeado de nubes se remontó a los cielos». Juan Santos Atahualpa asumió atributos para destacar su condición de mesías restaurador del orden. Fue el líder en el cual por primera vez se materializaba la idea del retorno del Inca. Frente al desorden reinante por la corrupción y los abusos de los corregidores, proclamó la abolición del dominio español y la recuperación del reino incaico, en su calidad de descendiente legítimo del último Inca, pero además proclamándose enviado de Cristo y poseído por el Espíritu Santo cristiano. Era la primera expresión del mito de Inkarrí llevada a la acción. De allí que se impuso entre los pueblos selváticos una explicación sobrenatural que afirmaba que el caudillo «se elevó a los cielos en medio de mucho humo» y se corrió la voz de que había prometido regresar. El mesianismo tuvo efecto, pues hasta el día presente muchos todavía aguardan su retorno. Sea como fuera, lo cierto es que el accionar de Juan Santos tuvo un dilatado efecto en la región, pues colonos y misioneros no volverían a ingresar a la selva central peruana hasta ya conformada la República del Perú.
@@alejandroatto607 El Taki Onkoy no fue rebelión pequeña y su significancia en la figura de Juan Santos Atahualpa está consignado en los juicios de residencia de dos virreyes y en varias crónicas e informes de la época...no opines sin saber....y si eres Boliviano desengañate. La historia del Perú transversaluza casi todo un continente...no todo es Boluvia como te engañan los youtubers Bolivianos
@@ricardomendezllanos4661 Es posible, pero hasta en wikipedia se explica el Taki Onkoy y el movimiento de Juan Santos Atahuallpa, y eso que no hemos hablado de Antequera en Paraguay (1721) pero esa es otra historia....saludos
Tomás Catari no empezó ninguna rebelión antes de Túpac Amaru II. Hacía reclamos que es muy diferente. Y Túpac Amaru también los hizo antes de su rebelión. Infórmate mejor o no tergiverses hechos.
tras la muerte de Tomas Achu ya comenzó la rebelión y los españoles ya sabían que Tomas katari era un gran amenaza para su gobierno es por eso que lo mandaron a matar, y peor con su muerte comenzó la rebelión de sus hermanos
Lo de tomas katari no fue un levantamiento fue una protesta fallida el cual cababo con su muerte. Los aymaras desde antaños tiempos fueron seres animales que hasta un perro resulta con mas inteligencia que ellos
Buenísimo, gracias Franz ❤💛💚🇧🇴🇧🇴🇧🇴 Viva BOLIVIA¡¡¡ Cuna de la independencia en America¡¡¡
Lamento Boliviano no me la sé pero si me lamento de ser boliviano
" cuna de la independencia americana " no te lo crees ni harto de vino.
@@elbayt183pero yo no me lamento de ser boliviano
Buen relato de esa parte de nuestra historia de BOLIVIA que la gran mayoría ignora GRACIAS POR COMPARTIR.
Excelente!! Vivan los pueblos de América! 💙
En que libro puedo encontrar toda la información que mencionaste en video?
Gracias medirse de mucho
Dato es que a Tomas Katari lo descuartizan y después de recuperar su partes los indígenas lo entierran en la Iglesia de Quiquilpalla
Exelente contenido,deberás ,un trabajo muy bueno. Muchas felicidades
Que es creya sale en el minuto 1.20
Ya busque x todo lado y nada :c
En aproximadamente 3 horas expongo sobre este tema y vine a ver el vídeo para saber, pues no sé nada.
Chau capos y si leen esto de aquí a meses entonces todo ya habrá pasado.
No es exacto. Juan Santos Atahualpa (Cuzco,1710-1756) y el TAKI ONKOY. Fue el dirigente quechua de una importante rebelión indígena que estalló en 1742, cuyo propósito era restaurar el Imperio de los incas y expulsar a los españoles. Al frente de las tribus selváticas, logró controlar un extenso territorio de la selva central del Virreinato del Perú, amagando la sierra central. Si bien la rebelión no llegó a extenderse más allá de esos límites, tampoco pudo ser sometida por la autoridad virreinal. Juan Santos desapareció misteriosamente hacia el año 1756, desconociéndose la fecha y las circunstancias de su fallecimiento.
El primer objetivo de los rebeldes fue la reducción de Eneno, para luego seguir con Matranza, Quispango, Pichana y Nijandaris. Destruyeron en total 27 misiones y amenazaron con atacar la sierra.
El virrey marqués de Villagarcía ordenó a los gobernadores de la frontera de Jauja y Tarma, Benito Troncoso y Pedro de Milla Campo que se internaran en la región convulsionada, para cercar al rebelde. Así se hizo y Troncoso llegó hasta Quisopango, en donde encontró alguna resistencia, pero logró ahuyentar a los indios. Juan Santos, que rehuyó al encuentro, se dirigió hacia el pueblo de Huancabamba. Desde Tarma salieron fuerzas coloniales para ir en su búsqueda, pero el caudillo mestizo logró ponerse a salvo.
Al año siguiente, los españoles organizaron una expedición a Quimiri (hoy La Merced), en el valle de Chanchamayo. Iban bajo el mando del corregidor de Tarma, Alfonso Santa y Ortega, acompañado por el gobernador de la Frontera, Benito Troncoso. El 27 de octubre de 1743 llegaron a Quimiri, donde levantaron un fuerte, que concluyeron en el mes de noviembre. Fue dotado de cuatro cañones y cuatro pedreros, con su correspondiente provisión de municiones. El día 11 de noviembre, el corregidor Santa partió hacia el interior, quedando en el fuerte de Quimiri el capitán Fabricio Bertholi con 60 soldados. Juan Santos, que estaba al tanto de todos los movimientos del adversario, planeó atacar a la pequeña guarnición. Previamente, se apoderó de una remesa de víveres que marchaba con destino al fuerte, iniciando luego el sitio del mismo. Muchos de los soldados españoles perecieron entonces a raíz de una epidemia y en los demás cundió la desmoralización, al extremo que presionados por el hambre algunos desertaron. Entonces, Juan Santos exigió a Bertholi la rendición, mas éste se negó confiando en que le llegarían pronto los refuerzos que había solicitado por intermedio de un religioso que pudo eludir a los insurrectos. Finalmente, Juan Santos decidió atacar el fuerte y todos los españoles fueron muertos. Eran los días finales del año 1743.
Mientras tanto, asumió el poder un nuevo virrey, José Antonio Manso de Velasco, futuro conde de Superunda, un militar con mucha experiencia. Juan Santos continuó sus ataques. Tomó el pueblo de Monobamba, el 24 de junio de 1746, extendiendo el radio de acción de su movimiento. Incluso se habló de manifestaciones a su favor en la lejana provincia de Canta.
El virrey Manso de Velasco nombró jefe de una tercera expedición a Joseph de Llamas, marqués de Menahermosa. Pero Juan Santos tomó la iniciativa tomando Sonomoro en 1751 y Andamarca el 4 de agosto de 1752. Esto último significaba ya una seria amenaza, porque Andamarca era ya la cordillera y estaba cerca de Tarma, Jauja y Ocopa. La rebelión amenazaba extenderse a la sierra, poblada por una nutrida población indígena, cuyo alzamiento habría dado un giro formidable y decisivo a la misma.
El marqués de Menahermosa maniobró para dar alcance a Juan Santos pero este logró eludirlo. El virrey enfureció con los resultados, pues no se había librado una batalla decisiva y el rebelde seguía controlando una gran zona en la selva. Corrieron rumores de que Juan Santos atacaría Paucartambo, que caería sobre Tarma, que asolaría Jauja, pero nada de esto ocurrió. Misteriosamente, el líder mestizo no volvió a realizar sus osados ataques y la región volvió a gozar de paz.
Desaparición de Juan Santos
Desde el año 1756 no se supo pues nada de Juan Santos. El mismo virrey Manso de Velasco, en su memoria fechada en 1761, escribió al respecto: «desde el año 1756… no se ha dejado sentir el indio rebelde y se ignora su situación y aún su existencia». Una versión dice que hubo una sublevación entre los rebeldes y que Juan Santos tuvo que ordenar la muerte de Antonio Gatica, su lugarteniente y otros hombres por posible traición.
Sobre el final de Juan Santos corrieron las más variadas versiones. Una de ellas afirma que murió en Metraro, víctima de una pedrada disparada con una honda en un festejo público; otras afirman que fue envenenado. Otra posibilidad es que haya muerto de vejez. Se dice incluso que habría contado con una especie de mausoleo en Metraro, a donde descansaban sus restos humanos y eran objeto de veneración.1
Su desaparición y probable muerte tuvo visos legendarios y maravillosos, en el recuerdo de los montañeses. Para unos no había fallecido, creyendo que era inmortal. Para otros habría subido al cielo rodeado de nubes, y volvería en un futuro a la tierra.2
Fray José Miguel Salcedo aseveró que cuando llegó a San Miguel del Cunivo fue recibido por catorce canoas con unos ochenta hombres con extrañas demostraciones de regocijo, entre ellos dos capitanes del rebelde, quienes le aseguraron que Juan Santos «… murió en Metraro, y preguntándoles a donde había ido me respondieron que al infierno, y que delante de ellos desapareció su cuerpo, echando humo…».
El coronel Roberto López, del ejército peruano, afirmó en una carta que muchos indios de las márgenes de los ríos Huallaga, Ucayali y sus afluentes, no creían que había muerto, pues «… un día, en presencia de varias tribus reunidas en el pueblo de Metraro, rodeado de nubes se remontó a los cielos».
Juan Santos Atahualpa asumió atributos para destacar su condición de mesías restaurador del orden. Fue el líder en el cual por primera vez se materializaba la idea del retorno del Inca. Frente al desorden reinante por la corrupción y los abusos de los corregidores, proclamó la abolición del dominio español y la recuperación del reino incaico, en su calidad de descendiente legítimo del último Inca, pero además proclamándose enviado de Cristo y poseído por el Espíritu Santo cristiano. Era la primera expresión del mito de Inkarrí llevada a la acción.
De allí que se impuso entre los pueblos selváticos una explicación sobrenatural que afirmaba que el caudillo «se elevó a los cielos en medio de mucho humo» y se corrió la voz de que había prometido regresar. El mesianismo tuvo efecto, pues hasta el día presente muchos todavía aguardan su retorno.
Sea como fuera, lo cierto es que el accionar de Juan Santos tuvo un dilatado efecto en la región, pues colonos y misioneros no volverían a ingresar a la selva central peruana hasta ya conformada la República del Perú.
claro que abina rebeliones pequeñas pero que no podían sobre salir, ahora se trata de l as rebeliones mas sobresalientes de esas épocas
@@alejandroatto607 El Taki Onkoy no fue rebelión pequeña y su significancia en la figura de Juan Santos Atahualpa está consignado en los juicios de residencia de dos virreyes y en varias crónicas e informes de la época...no opines sin saber....y si eres Boliviano desengañate. La historia del Perú transversaluza casi todo un continente...no todo es Boluvia como te engañan los youtubers Bolivianos
@@carlosmorenod.3040 depende y el youtuber se basa en wikipedia
@@ricardomendezllanos4661 Es posible, pero hasta en wikipedia se explica el Taki Onkoy y el movimiento de Juan Santos Atahuallpa, y eso que no hemos hablado de Antequera en Paraguay (1721) pero esa es otra historia....saludos
XD
😐😐
Tomás Catari no empezó ninguna rebelión antes de Túpac Amaru II. Hacía reclamos que es muy diferente. Y Túpac Amaru también los hizo antes de su rebelión. Infórmate mejor o no tergiverses hechos.
tras la muerte de Tomas Achu ya comenzó la rebelión y los españoles ya sabían que Tomas katari era un gran amenaza para su gobierno es por eso que lo mandaron a matar, y peor con su muerte comenzó la rebelión de sus hermanos
Lo de tomas katari no fue un levantamiento fue una protesta fallida el cual cababo con su muerte. Los aymaras desde antaños tiempos fueron seres animales que hasta un perro resulta con mas inteligencia que ellos