Bellos encuadres para brindar una mirada ingenua de la psicología de los personajes (sin matices) y del genocidio indio. La música no ayuda a darle dramatismo a lo que fue, incuestionable, un drama y una vergüenza. El personaje de Fonda es repugnante, sin embargo es tratado con cierta simpatía, algo parecido a lo que se hace con Borgart en el motín del Caine: es un un fanático, sí, pero también es un héroe, y hombres como estos hacen falta para salvaguardar el progreso y la libertad. Pobres indios... pero, en fin, había que civilizarlos. En películas más nuevas como la de Spielberg o la de Mel Gibson la guerra es tratada de la misma manera: es algo terrible pero necesario. Con esta argucia logran satisfacer a distintos públicos, no a mí. Aunque, reitero, Ford encuadraba como pocos!
Muchísimas Gracias Otek por estos maravillosos coloquios.
Bellos encuadres para brindar una mirada ingenua de la psicología de los personajes (sin matices) y del genocidio indio. La música no ayuda a darle dramatismo a lo que fue, incuestionable, un drama y una vergüenza. El personaje de Fonda es repugnante, sin embargo es tratado con cierta simpatía, algo parecido a lo que se hace con Borgart en el motín del Caine: es un un fanático, sí, pero también es un héroe, y hombres como estos hacen falta para salvaguardar el progreso y la libertad. Pobres indios... pero, en fin, había que civilizarlos. En películas más nuevas como la de Spielberg o la de Mel Gibson la guerra es tratada de la misma manera: es algo terrible pero necesario. Con esta argucia logran satisfacer a distintos públicos, no a mí. Aunque, reitero, Ford encuadraba como pocos!