Hemos estado en varias ocasiones , la ultima vez este fin de semana y siempre hemos salido encantados y satisfechos. El local es precioso , muy cuidada la decoración y el entorno fabuloso , en plena naturaleza. El servicio muy atento con un trato encantador. La cocina es un clásico - moderno , con muy buena materia prima y la relación calidad precio me parece buenísima. Es un Restaurante con muchos años de experiencia y por eso es un referente en la provincia de Burgos .
Este restaurante es caro para lo que sirve y no lo recomendaría a familias con niños. En pleno invierno no había caldos, sopas o platos de cuchara. La presentación era correcta pero el trato nada acogedor. Los entrantes cuestan 16€ cada pequeña ración. No ofrecen plato de pasta o un filete empanado para satisfacer a los niños; se supone que los niños tienen que comer chuletón de buey, o ciervo. Optamos por dos plumas de cerdo que venía sin guarnición. Nos salió casi 30€ por barba. Una clavada.
Hemos estado en varias ocasiones , la ultima vez este fin de semana y siempre hemos salido encantados y satisfechos.
El local es precioso , muy cuidada la decoración y el entorno fabuloso , en plena naturaleza.
El servicio muy atento con un trato encantador.
La cocina es un clásico - moderno , con muy buena materia prima y la relación calidad precio me parece buenísima.
Es un Restaurante con muchos años de experiencia y por eso es un referente en la provincia de Burgos .
Este restaurante es caro para lo que sirve y no lo recomendaría a familias con niños. En pleno invierno no había caldos, sopas o platos de cuchara. La presentación era correcta pero el trato nada acogedor. Los entrantes cuestan 16€ cada pequeña ración. No ofrecen plato de pasta o un filete empanado para satisfacer a los niños; se supone que los niños tienen que comer chuletón de buey, o ciervo. Optamos por dos plumas de cerdo que venía sin guarnición. Nos salió casi 30€ por barba. Una clavada.