Gracias por el video. Un profesor mÃo en la universidad nos enseÃąÃģ algo muy importante: "si quieres conocer cÃģmo es en realidad una familia, revisa su basura". Viendo tu video pienso que este dicho podrÃa extenderse a las culturas y civilizaciones. TambiÃĐn pienso que nuestra visiÃģn de las civilizaciones del pasado se vuelve totalmente sesgada sÃģlo por aÃąadirle el elemento limpieza, que para nosotros es (mÃĄs o menos) cotidiano. ÂŋLa culta Grecia clÃĄsica, a quÃĐ olerÃa? ÂŋCÃģmo dispondrÃan los Incas de sus desechos? Preguntas muy interesantes.
El Gran Hedor o la Gran Peste (en inglÃĐs Great Stink, o Big Stink) fue un periodo en el verano de 1858 durante el cual el olor de residuos humanos no tratados y vertidos al rÃo TÃĄmesis fue muy penetrante en el ÃĄrea central de la ciudad de Londres, en el Reino Unido.
No se compara a la crisis de estiÃĐrcol de caballo de 1894 en Londres, al ser una metrÃģpoli con mas de 1 millÃģn de habitantes y con tanta gente con necesidad de transporte pÚblico, habÃan cientos de miles de caballos, cuya orina y deshechos se convirtieron en un problema muy grave de salubridad, por no mencionar sus cadÃĄveres cuando envejecÃan y los dejaban al lado, claro todo esto se soluciono con la proliferaciÃģn del automÃģvil ð§
El Gran Hedor, era en el Tamesis que era una cloaca, El Gran Hedor o la Gran Peste (en inglÃĐs Great Stink, o Big Stink) fue un periodo en el verano de 1858 durante el cual el olor de residuos humanos no tratados y vertidos al rÃo TÃĄmesis fue muy penetrante en el ÃĄrea central de la ciudad de Londres, en el Reino Unido.
Friedrich Engels y Charles Dickens eran hombres muy distintos. El primero era prusiano, tenÃa poco mÃĄs de veinte aÃąos y con el tiempo cofundarÃa la doctrina socialista que serÃa conocida por el nombre de su socio, Karl Marx. El segundo era la quintaesencia de lo inglÃĐs, tenÃa poco mÃĄs de treinta aÃąos y era un conservador compasivo. Pero ambos estaban horrorizados por lo mismo: la acumulaciÃģn de cadÃĄveres en el centro de Londres. Los cuerpos se hacinaban en los cementerios situados dentro de la ciudad. En uno solo de ellos, el de Islington, con capacidad para tres mil fallecidos, habÃa ochenta mil. Se les veÃa sobresalir de la tierra, mal enterrados, corrompidos a la intemperie. Provocaban una peste insoportable en la ciudad, ademÃĄs de una enorme sensaciÃģn de vergÞenza.
HabÃan estallado varios brotes de colera en los aÃąos previos, y habÃan muerto decenas de miles de personas, cuando el 28 de agosto de 1854 una niÃąa de apenas seis meses, que vivÃa con sus padres hacinada en un piso del centro de Londres que albergaba veinte inquilinos, se puso a vomitar y a defecar âheces aguadas de color verdoso que desprendÃan un olor acreâ, cuenta
Porque la enfermedad no la transmitÃa el aire, en forma de miasma desprendida de la acumulaciÃģn de malos olores, putrefacciÃģn y, como creÃan Dickens y Engels, los cadÃĄveres mal enterrados cerca de donde vivÃa la gente. La causa era otra. En el centro de Londres aÚn no habÃa cloacas. Los pozos negros se desbordaban. Y, a falta de una soluciÃģn mejor, el gobierno de la ciudad decidiÃģ que la manera de deshacerse de los desperdicios y las aguas residuales era arrojarlos al TÃĄmesis. Y cada vez el volumen era mayor, porque la densidad de poblaciÃģn aumentaba sin parar, y con ella los despojos y el nÚmero de cadÃĄveres. Cada dÃa y cada noche, centenares de personas recorrÃan las orillas del rÃo y los tÚneles subterrÃĄneos en busca de algo de valor en mitad de la porquerÃa. Y entre las cosas de valor, podÃan estar las heces de los perros o los huesos de cadÃĄveres de animales. Dos compaÃąÃas tomaban esas aguas contaminadas del TÃĄmesis y las suministraban para el consumo humano âCada cierto tiempo -dice Johnson en el extraordinario arranque del libro- una bolsa de gas metano inusualmente densa entraba en combustiÃģn a causa de una de las lÃĄmparas de queroseno que utilizaban [los recolectores de basura] y algÚn alma desafortunada se incineraba a seis metros bajo tierra, en medio de una corriente de inmundas aguas residualesâ. El detalle macabro, el que desatÃģ el estallido de cÃģlera de aquel aÃąo, fue que dos compaÃąÃas tomaban esas aguas contaminadas del TÃĄmesis y las suministraban para el consumo humano. Pasaban, tras un largo recorrido, de los paÃąales de la pequeÃąa enferma a la boca de sus vecinos.
Aprovecho este video para denunciar que se debe suprimir la huachafada de la calesa con caballos en la plaza de armas, es una tortura para el pobre animal y lo insalubre de los orines y excretas de los mismos ademÃĄs del apestoso olor que queda "de recuerdo" mÃĄs que el gusto de pasear en la ciudad de los reyes. ðĪĒ
Es la raÃz de la pesstilencia de Lima, en la sierra cuando he visitado es muy limpia y no se ve basurales en sus valles, rios, lagunas y calles el agua es limpia.ð
Merece menciÃģn una especie que aun hoy nos sigue acompaÃąando y ayudando en la desapariciÃģn de desperdicios, especialmente de animales muertos: el gallinazo.
14:35 Eso lo tratan en todo un capÃtulo en *Los Expedientes Secretos X* . El peso recae plenamente en Dana Scully. O Detective Scully âĨ El Amor verdadero de toda mi vida âĨ
El Gran Hedor o la Gran Peste (en inglÃĐs Great Stink, o Big Stink) fue un periodo en el verano de 1858 durante el cual el olor de residuos humanos no tratados y vertidos al rÃo TÃĄmesis fue muy penetrante en el ÃĄrea central de la ciudad de Londres, en el Reino Unido.
Ala... sinceramente no me hubiera gustado vivir en un lugar con tan malas olores. Tan solo imagina intentar disfrutar de un rico almuerzo, pero solo poder oler estiÃĐrcol u orines.
Bueno , no solo Lima, ese fue un gran problema en siglos pasados en casi todo el mundo ð incluso en Kyoto que ahora es una de las ciudades mÃĄs turÃsticas del JapÃģn, olÃa a excremento hasta es siglo pasado, segÚn una compaÃąia japonesa de equipos de baÃąo ð― se refiere a Kyoto como un gran retrete y que solo se limpiaba con el desborde de los rÃos que la rodea.
Yo pasaba por Villa El Salvador ... a finales del 98-99 ...Sin saber que esa zona era Villa... Para ir al cementerio que esta Cerca ... Y sà podÃa verse parte. OjalÃĄ que se vea mejor . Ya han pasado como 16 aÃąos que no piso Villa Asaltador u--u
El Gran Hedor o la Gran Peste (en inglÃĐs Great Stink, o Big Stink) fue un periodo en el verano de 1858 durante el cual el olor de residuos humanos no tratados y vertidos al rÃo TÃĄmesis fue muy penetrante en el ÃĄrea central de la ciudad de Londres, en el Reino Unido.
El Gran Hedor o la Gran Peste (en inglÃĐs Great Stink, o Big Stink) fue un periodo en el verano de 1858 durante el cual el olor de residuos humanos no tratados y vertidos al rÃo TÃĄmesis fue muy penetrante en el ÃĄrea central de la ciudad de Londres, en el Reino Unido.
Friedrich Engels y Charles Dickens eran hombres muy distintos. El primero era prusiano, tenÃa poco mÃĄs de veinte aÃąos y con el tiempo cofundarÃa la doctrina socialista que serÃa conocida por el nombre de su socio, Karl Marx. El segundo era la quintaesencia de lo inglÃĐs, tenÃa poco mÃĄs de treinta aÃąos y era un conservador compasivo. Pero ambos estaban horrorizados por lo mismo: la acumulaciÃģn de cadÃĄveres en el centro de Londres. Los cuerpos se hacinaban en los cementerios situados dentro de la ciudad. En uno solo de ellos, el de Islington, con capacidad para tres mil fallecidos, habÃa ochenta mil. Se les veÃa sobresalir de la tierra, mal enterrados, corrompidos a la intemperie. Provocaban una peste insoportable en la ciudad, ademÃĄs de una enorme sensaciÃģn de vergÞenza.
HabÃan estallado varios brotes de colera en los aÃąos previos, y habÃan muerto decenas de miles de personas, cuando el 28 de agosto de 1854 una niÃąa de apenas seis meses, que vivÃa con sus padres hacinada en un piso del centro de Londres que albergaba veinte inquilinos, se puso a vomitar y a defecar âheces aguadas de color verdoso que desprendÃan un olor acreâ, cuenta
Porque la enfermedad no la transmitÃa el aire, en forma de miasma desprendida de la acumulaciÃģn de malos olores, putrefacciÃģn y, como creÃan Dickens y Engels, los cadÃĄveres mal enterrados cerca de donde vivÃa la gente. La causa era otra. En el centro de Londres aÚn no habÃa cloacas. Los pozos negros se desbordaban. Y, a falta de una soluciÃģn mejor, el gobierno de la ciudad decidiÃģ que la manera de deshacerse de los desperdicios y las aguas residuales era arrojarlos al TÃĄmesis. Y cada vez el volumen era mayor, porque la densidad de poblaciÃģn aumentaba sin parar, y con ella los despojos y el nÚmero de cadÃĄveres. Cada dÃa y cada noche, centenares de personas recorrÃan las orillas del rÃo y los tÚneles subterrÃĄneos en busca de algo de valor en mitad de la porquerÃa.
En realidad no, los musulmanes por ejemplo en el siglo XVII promovian la limpieza debido a que esta impulsada por su religion. Tambien las ciudades mas importantes de China tenian un sistema de gestion de residuos e incluso los campesinos salian a recolectar heces humanas para usarlo como abono.
El Gran Hedor o la Gran Peste (en inglÃĐs Great Stink, o Big Stink) fue un periodo en el verano de 1858 durante el cual el olor de residuos humanos no tratados y vertidos al rÃo TÃĄmesis fue muy penetrante en el ÃĄrea central de la ciudad de Londres, en el Reino Unido. El Tamesis era una cloaca, y el colera a mediados del XIX era frecuente, en oleadas epidemicas
A principios de septiembre de 1854, un pequeÃąo sector de Londres llamado Golden Square fue escenario de un brote epidÃĐmico de cÃģlera de inusual intensidad, costando la vida a cerca de 500 personas en tan sÃģlo 10 dÃas.
Friedrich Engels y Charles Dickens eran hombres muy distintos. El primero era prusiano, tenÃa poco mÃĄs de veinte aÃąos y con el tiempo cofundarÃa la doctrina socialista que serÃa conocida por el nombre de su socio, Karl Marx. El segundo era la quintaesencia de lo inglÃĐs, tenÃa poco mÃĄs de treinta aÃąos y era un conservador compasivo. Pero ambos estaban horrorizados por lo mismo: la acumulaciÃģn de cadÃĄveres en el centro de Londres. Los cuerpos se hacinaban en los cementerios situados dentro de la ciudad. En uno solo de ellos, el de Islington, con capacidad para tres mil fallecidos, habÃa ochenta mil. Se les veÃa sobresalir de la tierra, mal enterrados, corrompidos a la intemperie. Provocaban una peste insoportable en la ciudad, ademÃĄs de una enorme sensaciÃģn de vergÞenza.
HabÃan estallado varios brotes de colera en los aÃąos previos, y habÃan muerto decenas de miles de personas, cuando el 28 de agosto de 1854 una niÃąa de apenas seis meses, que vivÃa con sus padres hacinada en un piso del centro de Londres que albergaba veinte inquilinos, se puso a vomitar y a defecar âheces aguadas de color verdoso que desprendÃan un olor acreâ, cuenta
Porque la enfermedad no la transmitÃa el aire, en forma de miasma desprendida de la acumulaciÃģn de malos olores, putrefacciÃģn y, como creÃan Dickens y Engels, los cadÃĄveres mal enterrados cerca de donde vivÃa la gente. La causa era otra. En el centro de Londres aÚn no habÃa cloacas. Los pozos negros se desbordaban. Y, a falta de una soluciÃģn mejor, el gobierno de la ciudad decidiÃģ que la manera de deshacerse de los desperdicios y las aguas residuales era arrojarlos al TÃĄmesis. Y cada vez el volumen era mayor, porque la densidad de poblaciÃģn aumentaba sin parar, y con ella los despojos y el nÚmero de cadÃĄveres. Cada dÃa y cada noche, centenares de personas recorrÃan las orillas del rÃo y los tÚneles subterrÃĄneos en busca de algo de valor en mitad de la porquerÃa. Y entre las cosas de valor, podÃan estar las heces de los perros o los huesos de cadÃĄveres de animales. Dos compaÃąÃas tomaban esas aguas contaminadas del TÃĄmesis y las suministraban para el consumo humano âCada cierto tiempo -dice Johnson en el extraordinario arranque del libro- una bolsa de gas metano inusualmente densa entraba en combustiÃģn a causa de una de las lÃĄmparas de queroseno que utilizaban [los recolectores de basura] y algÚn alma desafortunada se incineraba a seis metros bajo tierra, en medio de una corriente de inmundas aguas residualesâ. El detalle macabro, el que desatÃģ el estallido de cÃģlera de aquel aÃąo, fue que dos compaÃąÃas tomaban esas aguas contaminadas del TÃĄmesis y las suministraban para el consumo humano. Pasaban, tras un largo recorrido, de los paÃąales de la pequeÃąa enferma a la boca de sus vecinos.
El Gran Hedor o la Gran Peste (en inglÃĐs Great Stink, o Big Stink) fue un periodo en el verano de 1858 durante el cual el olor de residuos humanos no tratados y vertidos al rÃo TÃĄmesis fue muy penetrante en el ÃĄrea central de la ciudad de Londres, en el Reino Unido. El Gran Hedor: la ola de calor que tornÃģ a Londres en una alcantarilla pestilente
El Gran Hedor o la Gran Peste (en inglÃĐs Great Stink, o Big Stink) fue un periodo en el verano de 1858 durante el cual el olor de residuos humanos no tratados y vertidos al rÃo TÃĄmesis fue muy penetrante en el ÃĄrea central de la ciudad de Londres, en el Reino Unido.
@@takamushishi9656 igual, hay que reconocer el avance. Simplemente saber que ni existÃan los antibiÃģticos y una herida infectada era perder un miembro o quizÃĄ la vida.
El Gran Hedor: la ola de calor que tornÃģ a Londres en una alcantarilla pestilente . El Gran Hedor o la Gran Peste (en inglÃĐs Great Stink, o Big Stink) fue un periodo en el verano de 1858 durante el cual el olor de residuos humanos no tratados y vertidos al rÃo TÃĄmesis fue muy penetrante en el ÃĄrea central de la ciudad de Londres, en el Reino Unido.
Friedrich Engels y Charles Dickens eran hombres muy distintos. El primero era prusiano, tenÃa poco mÃĄs de veinte aÃąos y con el tiempo cofundarÃa la doctrina socialista que serÃa conocida por el nombre de su socio, Karl Marx. El segundo era la quintaesencia de lo inglÃĐs, tenÃa poco mÃĄs de treinta aÃąos y era un conservador compasivo. Pero ambos estaban horrorizados por lo mismo: la acumulaciÃģn de cadÃĄveres en el centro de Londres. Los cuerpos se hacinaban en los cementerios situados dentro de la ciudad. En uno solo de ellos, el de Islington, con capacidad para tres mil fallecidos, habÃa ochenta mil. Se les veÃa sobresalir de la tierra, mal enterrados, corrompidos a la intemperie. Provocaban una peste insoportable en la ciudad, ademÃĄs de una enorme sensaciÃģn de vergÞenza.
Gracias por el video. Un profesor mÃo en la universidad nos enseÃąÃģ algo muy importante: "si quieres conocer cÃģmo es en realidad una familia, revisa su basura". Viendo tu video pienso que este dicho podrÃa extenderse a las culturas y civilizaciones.
TambiÃĐn pienso que nuestra visiÃģn de las civilizaciones del pasado se vuelve totalmente sesgada sÃģlo por aÃąadirle el elemento limpieza, que para nosotros es (mÃĄs o menos) cotidiano. ÂŋLa culta Grecia clÃĄsica, a quÃĐ olerÃa? ÂŋCÃģmo dispondrÃan los Incas de sus desechos? Preguntas muy interesantes.
El Gran Hedor o la Gran Peste (en inglÃĐs Great Stink, o Big Stink) fue un periodo en el verano de 1858 durante el cual el olor de residuos humanos no tratados y vertidos al rÃo TÃĄmesis fue muy penetrante en el ÃĄrea central de la ciudad de Londres, en el Reino Unido.
No se compara a la crisis de estiÃĐrcol de caballo de 1894 en Londres, al ser una metrÃģpoli con mas de 1 millÃģn de habitantes y con tanta gente con necesidad de transporte pÚblico, habÃan cientos de miles de caballos, cuya orina y deshechos se convirtieron en un problema muy grave de salubridad, por no mencionar sus cadÃĄveres cuando envejecÃan y los dejaban al lado, claro todo esto se soluciono con la proliferaciÃģn del automÃģvil ð§
El Gran Hedor, era en el Tamesis que era una cloaca, El Gran Hedor o la Gran Peste (en inglÃĐs Great Stink, o Big Stink) fue un periodo en el verano de 1858 durante el cual el olor de residuos humanos no tratados y vertidos al rÃo TÃĄmesis fue muy penetrante en el ÃĄrea central de la ciudad de Londres, en el Reino Unido.
Friedrich Engels y Charles Dickens eran hombres muy distintos. El primero era prusiano, tenÃa poco mÃĄs de veinte aÃąos y con el tiempo cofundarÃa la doctrina socialista que serÃa conocida por el nombre de su socio, Karl Marx. El segundo era la quintaesencia de lo inglÃĐs, tenÃa poco mÃĄs de treinta aÃąos y era un conservador compasivo.
Pero ambos estaban horrorizados por lo mismo: la acumulaciÃģn de cadÃĄveres en el centro de Londres. Los cuerpos se hacinaban en los cementerios situados dentro de la ciudad. En uno solo de ellos, el de Islington, con capacidad para tres mil fallecidos, habÃa ochenta mil. Se les veÃa sobresalir de la tierra, mal enterrados, corrompidos a la intemperie. Provocaban una peste insoportable en la ciudad, ademÃĄs de una enorme sensaciÃģn de vergÞenza.
HabÃan estallado varios brotes de colera en los aÃąos previos, y habÃan muerto decenas de miles de personas, cuando el 28 de agosto de 1854 una niÃąa de apenas seis meses, que vivÃa con sus padres hacinada en un piso del centro de Londres que albergaba veinte inquilinos, se puso a vomitar y a defecar âheces aguadas de color verdoso que desprendÃan un olor acreâ, cuenta
Porque la enfermedad no la transmitÃa el aire, en forma de miasma desprendida de la acumulaciÃģn de malos olores, putrefacciÃģn y, como creÃan Dickens y Engels, los cadÃĄveres mal enterrados cerca de donde vivÃa la gente.
La causa era otra. En el centro de Londres aÚn no habÃa cloacas. Los pozos negros se desbordaban.
Y, a falta de una soluciÃģn mejor, el gobierno de la ciudad decidiÃģ que la manera de deshacerse de los desperdicios y las aguas residuales era arrojarlos al TÃĄmesis. Y cada vez el volumen era mayor, porque la densidad de poblaciÃģn aumentaba sin parar, y con ella los despojos y el nÚmero de cadÃĄveres. Cada dÃa y cada noche, centenares de personas recorrÃan las orillas del rÃo y los tÚneles subterrÃĄneos en busca de algo de valor en mitad de la porquerÃa. Y entre las cosas de valor, podÃan estar las heces de los perros o los huesos de cadÃĄveres de animales.
Dos compaÃąÃas tomaban esas aguas contaminadas del TÃĄmesis y las suministraban para el consumo humano
âCada cierto tiempo -dice Johnson en el extraordinario arranque del libro- una bolsa de gas metano inusualmente densa entraba en combustiÃģn a causa de una de las lÃĄmparas de queroseno que utilizaban [los recolectores de basura] y algÚn alma desafortunada se incineraba a seis metros bajo tierra, en medio de una corriente de inmundas aguas residualesâ.
El detalle macabro, el que desatÃģ el estallido de cÃģlera de aquel aÃąo, fue que dos compaÃąÃas tomaban esas aguas contaminadas del TÃĄmesis y las suministraban para el consumo humano. Pasaban, tras un largo recorrido, de los paÃąales de la pequeÃąa enferma a la boca de sus vecinos.
Pero de igual forma no es una justificaciÃģn para que el Virreinato fuera asi ademÃĄs que eso fue mÃĄs en la edad contemporÃĄnea.
Nose cuantas veces escuche la palabra âapestarâ y sus conjugaciones ðððgracias tio merlin
jajajajaja seeeee...
tarde pero lleguÃĐ, tÃo espero estÃĐ teniendo buena semana y esperarÃĐ por el stream de la noche!
Aprovecho este video para denunciar que se debe suprimir la huachafada de la calesa con caballos en la plaza de armas, es una tortura para el pobre animal y lo insalubre de los orines y excretas de los mismos ademÃĄs del apestoso olor que queda "de recuerdo" mÃĄs que el gusto de pasear en la ciudad de los reyes. ðĪĒ
Lima Ciudad de los Virreyes!
Gracias excelente trabajo de investigacion saludos a todos ðŊ
Es la raÃz de la pesstilencia de Lima, en la sierra cuando he visitado es muy limpia y no se ve basurales en sus valles, rios, lagunas y calles el agua es limpia.ð
Merece menciÃģn una especie que aun hoy nos sigue acompaÃąando y ayudando en la desapariciÃģn de desperdicios, especialmente de animales muertos: el gallinazo.
proporciones nachovidalianas...jeje que creativo merlin
Mas hedor hubo en Madrid, Paris y Londres...y aquà se bajan la moral.
Hasta la fecha mano, nada mÃĄs ve por el tren en Francia y el metropolitana en hora punta de verano te va a parecer lavanda y rosas
Eso de tirar la basura a la calle como una mala costumbre aÚn queda.
En la sierra la gente es mÃĄs limpia tu no vas a ver caca o basuras en la calle y sus aguas son limpias. ð
Lo que no sabemos es cuÃĄl fue la civilizaciÃģn o ciudad mÃĄs higiÃĐnica de la historia. SerÃa chÃĐvere un video de eso MerlÃn.
los incas en la lista
Seguramente la del Imperio Romano durante el bajo Imperio, entre el siglo III y el V
A este paso ganan los aztecas, todo lo veÃan baÃąo y limpieza.
AÚn hay zonas que huelen terrible, pero se nota que ahà era peor
El antepasado de Anka tenia su casa en un muladar xd
el antepasado de anka no pasaba por este hedor, los incas eran exigentes en limpieza.
VivÃa en Londres???
Es la materia prima peruana con ella estÃĄn hechosÃąððð
puedes hacer un video sobre humbolt y sobre su visita.
14:35 Eso lo tratan en todo un capÃtulo en *Los Expedientes Secretos X* . El peso recae plenamente en Dana Scully. O Detective Scully âĨ El Amor verdadero de toda mi vida âĨ
ÂĄExcelente video, MerlÃn! Una consulta, ÂŋexistirÃĄ algÚn estudio sobre la salubridad en las sociedades prehispÃĄnicas?
Estas pidiendo too much o.o
Merlin no tendras uno tambien del neolitico?
@@syskernelgo DEJO ARGENTO :V "DEJATE DE JODER" ðĶð·
El Gran Hedor o la Gran Peste (en inglÃĐs Great Stink, o Big Stink) fue un periodo en el verano de 1858 durante el cual el olor de residuos humanos no tratados y vertidos al rÃo TÃĄmesis fue muy penetrante en el ÃĄrea central de la ciudad de Londres, en el Reino Unido.
@@syskernelgo a llorar al rio
Ala... sinceramente no me hubiera gustado vivir en un lugar con tan malas olores. Tan solo imagina intentar disfrutar de un rico almuerzo, pero solo poder oler estiÃĐrcol u orines.
jajajaajajaj, se pelaron la plata y nunca llegÃģ la carreta, buen video.
14:07 QuÃĐ pelÃcula es o quÃĐ serie...?
El perfume pelÃcula del 2006 , del libro con el mismo nombre de Patrick Suskind.
ððð
Bueno , no solo Lima, ese fue un gran problema en siglos pasados en casi todo el mundo ð incluso en Kyoto que ahora es una de las ciudades mÃĄs turÃsticas del JapÃģn, olÃa a excremento hasta es siglo pasado, segÚn una compaÃąia japonesa de equipos de baÃąo ð― se refiere a Kyoto como un gran retrete y que solo se limpiaba con el desborde de los rÃos que la rodea.
En pleno siglo XXI quien haya visitado Paris, sabe que tiene su zona cochina y apestosa... eso es normal en cualquier ciudad importante.
de europa, no con las civilziaciones americanas, caracterizadas por su alta higienes
@@sagamaster124 ja,ja,ja Mexico era una cloaca antes de la llegada de los europeos
Lima es la ciudad mÃĄs sucia de LatinoamÃĐrica hasta la fecha.
Gran video!!! Pero no lo recomiendo ver cuando andas comiendo :v grande crack!
Lima se quedÃģ detenido en el tiempo sigue la pestilencia y hay muchos Quevedos meones.
eso de los muladares en cada esquina me hace recoradar villa el salvador de los 90s y principios del 2000
Yo pasaba por Villa El Salvador ... a finales del 98-99 ...Sin saber que esa zona era Villa... Para ir al cementerio que esta Cerca ...
Y sà podÃa verse parte. OjalÃĄ que se vea mejor . Ya han pasado como 16 aÃąos que no piso Villa Asaltador u--u
@@takamushishi9656 CÃģmo era ? :0
El Gran Hedor o la Gran Peste (en inglÃĐs Great Stink, o Big Stink) fue un periodo en el verano de 1858 durante el cual el olor de residuos humanos no tratados y vertidos al rÃo TÃĄmesis fue muy penetrante en el ÃĄrea central de la ciudad de Londres, en el Reino Unido.
Y aparte de las acequias y los aguateros coloniales ÂŋcuÃĄndo tuvo Lima, por fin, agua potable y desagÞe?
No creo que se compare con el hedor que se siente cuando vas por la victoria, especificamente por matute
"proporciones Nachovidaleanas" jajaja, que nivel!
Ãso Hiba a decir yo Que tiene que Nacho Vidal en el asunto....ððððððð
ReciÃĐn me entero en la actividad con estos alcaldes??? tambiÃĐn se huele pero en menor grado
Excelente video para el almuerzo ð
El Gran Hedor o la Gran Peste (en inglÃĐs Great Stink, o Big Stink) fue un periodo en el verano de 1858 durante el cual el olor de residuos humanos no tratados y vertidos al rÃo TÃĄmesis fue muy penetrante en el ÃĄrea central de la ciudad de Londres, en el Reino Unido.
Friedrich Engels y Charles Dickens eran hombres muy distintos. El primero era prusiano, tenÃa poco mÃĄs de veinte aÃąos y con el tiempo cofundarÃa la doctrina socialista que serÃa conocida por el nombre de su socio, Karl Marx. El segundo era la quintaesencia de lo inglÃĐs, tenÃa poco mÃĄs de treinta aÃąos y era un conservador compasivo. Pero ambos estaban horrorizados por lo mismo: la acumulaciÃģn de cadÃĄveres en el centro de Londres. Los cuerpos se hacinaban en los cementerios situados dentro de la ciudad. En uno solo de ellos, el de Islington, con capacidad para tres mil fallecidos, habÃa ochenta mil. Se les veÃa sobresalir de la tierra, mal enterrados, corrompidos a la intemperie. Provocaban una peste insoportable en la ciudad, ademÃĄs de una enorme sensaciÃģn de vergÞenza.
HabÃan estallado varios brotes de colera en los aÃąos previos, y habÃan muerto decenas de miles de personas, cuando el 28 de agosto de 1854 una niÃąa de apenas seis meses, que vivÃa con sus padres hacinada en un piso del centro de Londres que albergaba veinte inquilinos, se puso a vomitar y a defecar âheces aguadas de color verdoso que desprendÃan un olor acreâ, cuenta
Porque la enfermedad no la transmitÃa el aire, en forma de miasma desprendida de la acumulaciÃģn de malos olores, putrefacciÃģn y, como creÃan Dickens y Engels, los cadÃĄveres mal enterrados cerca de donde vivÃa la gente. La causa era otra.
En el centro de Londres aÚn no habÃa cloacas. Los pozos negros se desbordaban. Y, a falta de una soluciÃģn mejor, el gobierno de la ciudad decidiÃģ que la manera de deshacerse de los desperdicios y las aguas residuales era arrojarlos al TÃĄmesis. Y cada vez el volumen era mayor, porque la densidad de poblaciÃģn aumentaba sin parar, y con ella los despojos y el nÚmero de cadÃĄveres. Cada dÃa y cada noche, centenares de personas recorrÃan las orillas del rÃo y los tÚneles subterrÃĄneos en busca de algo de valor en mitad de la porquerÃa.
y eso que tiene que ver
Y se me ocurre ver el video justo a la hora del almuerzo xD
X2
Yo comiendo nutella mientras veo este video.... Como que el sabor se sintio distinto... Plop. Jaja
Siendo Inmobiliarista de razÃģn. Esos pomos no bajan de 28 -32 soles ... Too much para alguien del Groso econÃģmico del paÃs.
inadmisible para los incas.
Yo: Fin de semana! Voy a ver que sacÃģ Merlin-sensei mientras tomo mi desayuno
Merlin: Un video que habla de kk XD jajajaja NOOOO. Igual buen vÃdeo!
Lima sigue siendo la ciudad mÃĄs contaminada del continente hasta la fecha, no le pide nada a la India.
0:32
Seria piola que hagas un video sovre las processiones en el Virreinato
No debà poner este video para desayunar
Biblioteca de merlin no caeria mal ya una peinadita eh...
Esta haciendo honor a los euros de esa ÃĐpoca y a proporcionar smash
ConclusiÃģn ðĐððð
prporciones nachovidaleanas, buen neologismo Merlin.
8:25 Ni te imaginas mi acercamiento a Iwasaki. A ese Iwasaki... AlgÚn dÃa te lo chamuyarÃĐ.
Eso era en todo el mundo
En realidad no, los musulmanes por ejemplo en el siglo XVII promovian la limpieza debido a que esta impulsada por su religion. Tambien las ciudades mas importantes de China tenian un sistema de gestion de residuos e incluso los campesinos salian a recolectar heces humanas para usarlo como abono.
Falso
Saludos tÃo merlÃn
Apocalipsis de caca XDDDDDDDDD c mamo
Melinnnnnn
No al plagio, dale los crÃĐditos a Fonseca por lo nachovidaliano
Âŋ En el siglo XIX fue menorando entonces estas situaciones fÃĐtidas en Lima o en quÃĐ tiempo serÃa ?
El Gran Hedor o la Gran Peste (en inglÃĐs Great Stink, o Big Stink) fue un periodo en el verano de 1858 durante el cual el olor de residuos humanos no tratados y vertidos al rÃo TÃĄmesis fue muy penetrante en el ÃĄrea central de la ciudad de Londres, en el Reino Unido. El Tamesis era una cloaca, y el colera a mediados del XIX era frecuente, en oleadas epidemicas
A principios de septiembre de 1854, un pequeÃąo sector de Londres llamado Golden Square fue escenario de un brote epidÃĐmico de cÃģlera de inusual intensidad, costando la vida a cerca de 500 personas en tan sÃģlo 10 dÃas.
Friedrich Engels y Charles Dickens eran hombres muy distintos. El primero era prusiano, tenÃa poco mÃĄs de veinte aÃąos y con el tiempo cofundarÃa la doctrina socialista que serÃa conocida por el nombre de su socio, Karl Marx. El segundo era la quintaesencia de lo inglÃĐs, tenÃa poco mÃĄs de treinta aÃąos y era un conservador compasivo. Pero ambos estaban horrorizados por lo mismo: la acumulaciÃģn de cadÃĄveres en el centro de Londres. Los cuerpos se hacinaban en los cementerios situados dentro de la ciudad. En uno solo de ellos, el de Islington, con capacidad para tres mil fallecidos, habÃa ochenta mil. Se les veÃa sobresalir de la tierra, mal enterrados, corrompidos a la intemperie. Provocaban una peste insoportable en la ciudad, ademÃĄs de una enorme sensaciÃģn de vergÞenza.
HabÃan estallado varios brotes de colera en los aÃąos previos, y habÃan muerto decenas de miles de personas, cuando el 28 de agosto de 1854 una niÃąa de apenas seis meses, que vivÃa con sus padres hacinada en un piso del centro de Londres que albergaba veinte inquilinos, se puso a vomitar y a defecar âheces aguadas de color verdoso que desprendÃan un olor acreâ, cuenta
Porque la enfermedad no la transmitÃa el aire, en forma de miasma desprendida de la acumulaciÃģn de malos olores, putrefacciÃģn y, como creÃan Dickens y Engels, los cadÃĄveres mal enterrados cerca de donde vivÃa la gente. La causa era otra.
En el centro de Londres aÚn no habÃa cloacas. Los pozos negros se desbordaban. Y, a falta de una soluciÃģn mejor, el gobierno de la ciudad decidiÃģ que la manera de deshacerse de los desperdicios y las aguas residuales era arrojarlos al TÃĄmesis. Y cada vez el volumen era mayor, porque la densidad de poblaciÃģn aumentaba sin parar, y con ella los despojos y el nÚmero de cadÃĄveres.
Cada dÃa y cada noche, centenares de personas recorrÃan las orillas del rÃo y los tÚneles subterrÃĄneos en busca de algo de valor en mitad de la porquerÃa. Y entre las cosas de valor, podÃan estar las heces de los perros o los huesos de cadÃĄveres de animales.
Dos compaÃąÃas tomaban esas aguas contaminadas del TÃĄmesis y las suministraban para el consumo humano
âCada cierto tiempo -dice Johnson en el extraordinario arranque del libro- una bolsa de gas metano inusualmente densa entraba en combustiÃģn a causa de una de las lÃĄmparas de queroseno que utilizaban [los recolectores de basura] y algÚn alma desafortunada se incineraba a seis metros bajo tierra, en medio de una corriente de inmundas aguas residualesâ.
El detalle macabro, el que desatÃģ el estallido de cÃģlera de aquel aÃąo, fue que dos compaÃąÃas tomaban esas aguas contaminadas del TÃĄmesis y las suministraban para el consumo humano. Pasaban, tras un largo recorrido, de los paÃąales de la pequeÃąa enferma a la boca de sus vecinos.
LIKE SI AUN VIVIMOS EN EPOCA COLONIAL !
como estamos por casa?
el colonialismo es mas fuerte en la republica que en el virreinato
El Gran Hedor o la Gran Peste (en inglÃĐs Great Stink, o Big Stink) fue un periodo en el verano de 1858 durante el cual el olor de residuos humanos no tratados y vertidos al rÃo TÃĄmesis fue muy penetrante en el ÃĄrea central de la ciudad de Londres, en el Reino Unido.
El Gran Hedor: la ola de calor que tornÃģ a Londres en una alcantarilla pestilente
Like 188 Compa.
Hoy bostezame todo lo que quieras papu! ðĶĨ
Todos tus _Petardos Rojos_ me los fumoð― hoy ð§ĻððĪ§
ÂŋAsà siempre existieron los popocalipsis en casi todo el mundo? v:
El Gran Hedor o la Gran Peste (en inglÃĐs Great Stink, o Big Stink) fue un periodo en el verano de 1858 durante el cual el olor de residuos humanos no tratados y vertidos al rÃo TÃĄmesis fue muy penetrante en el ÃĄrea central de la ciudad de Londres, en el Reino Unido.
que horrible habra sido vivir en esas epocas
SÃ ... y no. Recuerda que el Humano se ADAPTA. Jod3 , pero se adapta.
@@takamushishi9656 igual, hay que reconocer el avance. Simplemente saber que ni existÃan los antibiÃģticos y una herida infectada era perder un miembro o quizÃĄ la vida.
@Luis Jorge ya... y si "todos lo sabemos" a quÃĐ viene el comentario?
El Gran Hedor: la ola de calor que tornÃģ a Londres en una alcantarilla pestilente . El Gran Hedor o la Gran Peste (en inglÃĐs Great Stink, o Big Stink) fue un periodo en el verano de 1858 durante el cual el olor de residuos humanos no tratados y vertidos al rÃo TÃĄmesis fue muy penetrante en el ÃĄrea central de la ciudad de Londres, en el Reino Unido.
Friedrich Engels y Charles Dickens eran hombres muy distintos. El primero era prusiano, tenÃa poco mÃĄs de veinte aÃąos y con el tiempo cofundarÃa la doctrina socialista que serÃa conocida por el nombre de su socio, Karl Marx. El segundo era la quintaesencia de lo inglÃĐs, tenÃa poco mÃĄs de treinta aÃąos y era un conservador compasivo.
Pero ambos estaban horrorizados por lo mismo: la acumulaciÃģn de cadÃĄveres en el centro de Londres. Los cuerpos se hacinaban en los cementerios situados dentro de la ciudad. En uno solo de ellos, el de Islington, con capacidad para tres mil fallecidos, habÃa ochenta mil. Se les veÃa sobresalir de la tierra, mal enterrados, corrompidos a la intemperie. Provocaban una peste insoportable en la ciudad, ademÃĄs de una enorme sensaciÃģn de vergÞenza.