Santiago Cruz - Simón el bobito "El Libro Mágico de Pombo"
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- เผยแพร่เมื่อ 27 ธ.ค. 2024
- Simón el Bobito llamó al pastelero:
“¡A ver los pasteles! ¡los quiero probar!”
“-Sí, repuso el otro, pero antes yo quiero
“Ver ese cuartillo con que has de pagar”.
Buscó en los bolsillos el buen Simoncito
Y dijo: “¡De veras! no tengo ni unito”.
A Simón Bobito le gusta el pescado
Y quiere volverse también pescador,
Y pasa las horas sentado, sentado,
Pescando en el balde de mamá Leonor.
Hizo Simoncito un pastel de nieve
Y a asar en las brasas hambriento lo echó,
Pero el pastelito se deshizo en breve,
Y apagó las brasas y nada comió.
Simón vio unos cardos cargando ciruelas
Y dijo: -“¡Qué bueno! las voy a coger”.
Pero peor que agujas y puntas de espuelas
Le hicieron brincar y silbar y morder.
Se lavó con negro de embolar zapatos
Porque su mamita no le dio jabón,
Y cuando cazaban ratones los gatos
Espantaba al gato gritando: ¡ratón!
Ordeñando un día la vaca pintada
Le apretó la cola en vez del pezón;
Y ¡aquí de la vaca! le dio tal patada
Que como un trompito bailó don Simón.
Y cayó montado sobre la ternera
Y doña ternera se enojó también,
Y ahí va otro brinco y otra pateadera
Y dos revolcadas en un santiamén.
Se montó en un burro que halló en el mercado
Y a cazar venados alegre partió,
Voló por las calles sin ver un venado,
Rodó por las piedras y el asno se huyó.
A comprar un lomo lo envió taita Lucio,
Y él lo trajo a casa con gran precaución
Colgado del rabo de un caballo rucio
Para que llegase limpio y sabrosón.
Empezando apenas a cuajarse el hielo.
Simón el Bobito se fue a patinar,
Cuando de repente se le rompe el suelo
Y grita: “¡Me ahogo! ¡vénganme a sacar!”
Trepándose a un árbol a robarse un nido,
La pobre casita de un mirlo cantor,
Desgájase el árbol, Simón da un chillido,
Y cayó en un pozo de pésimo olor.
Ve un pato, le apunta, descarga el trabuco;
Y volviendo a casa le dijo a papá:
“Taita, yo no puedo matar pajaruco
“Porque cuando tiro se espanta y se va”.
Viendo una salcera llena de mostaza
Se tomó un buen trago creyéndola miel,
Y estuvo rabiando y echando babaza
Con tamaña lengua y ojos de clavel.
Vio un montón de tierra que estorbaba el paso,
Y unos preguntaban: “¿qué haremos aquí?”
-¡Bobos! dijo el niño resolviendo el caso;
“Que abran un grande hoyo y la echen allí”.
Lo enviaron por agua, y él fue volandito
Llevando el cedazo para echarla en él;
Así que la traiga el buen Simoncito
Seguirá su historia pintoresca y fiel.
Rafael Pombo