Trekking: Cumbre Nevado del Tolima - Dìa 1

#Trekking
Día 1 del intento de cumbre del Nevado del Tolima iniciando desde el Valle del Cocora en Salento, Quindío.
En este video les mostramos un poco de lo que fue ese primer día de caminata hacia el Nevado del Tolima y algunos momentos de nuestro viaje desde Bogotá hasta Salento.
Iniciamos el día a los 1800 Msnm aproximadamente desde el bello pueblo de Salento para reunirnos a desayunar con la agencia encargada de la logística y la guía hasta la cumbre, la cita era a las 6:30 am para luego de esto tomar una van que nos llevaría al hermoso Valle del cocora donde se alzan palmas de cera de hasta 60 metros de altura, todo un espectáculo. La caminata inició a las 8 AM por todo el valle con una vista privilegiada de las montañas llenas de palmas de cera, había un ambiente festivo entre nosotros y no sabíamos lo que nos esperaba ese primer día, 19 Km era la meta y así caminamos entre barriales y un sendero bien demarcado hasta llegar al inicio del bosque de Niebla.
El bosque atravesado en gran parte por el bello río Quindío y en donde avanzamos de lado a lado 6 puentes colgantes a los cuales les falta algo de mantenimiento pero que le daban algo de magia al recorrido junto a la neblina generada por las cascadas que tuvimos que recorrer en algunos puntos antes de llegar a nuestro punto de descanso y almuerzo en Estrella de Agua, una pequeña casa con estación meteorológica donde venden agua y comida a quienes llevábamos mas de 5 horas caminando.
Luego el camino se hace cada vez mas rudo y empinado hasta el inicio del Paramo de Romerales donde los frailejones abundan, el aire se pone mas pesado y respirar se dificultaba en cada paso, caminos de paramo. Tuvimos la fortuna de ver a menos de 10 metros un Cóndor de los andes que nos rodeó por un momento para luego desaparecer entre las nubes dejando a su paso la adrenalina entre nosotros de ver un ave de unos 2 metros de largo.
En este punto el grupo se había divido en dos pues el cansancio jugó en contra de algunos de nosotros y la altura no perdonó.
Así luego de 10 horas llegamos a la Finca La Playa donde nos esperaba una agua de panela bien caliente, una sopa recuperadora y una cena campesina que no solo llenó nuestro cuerpo si no también el alma para descansar luego en los camarotes que nos esperaban ansiosos de descanso.
A descansar que solo es el primer día de cuatro.