El MERCEDES-BENZ ALAS DE GAVIOTA que pasó por Colombia.

La historia de uno de los carros más valiosos que hemos tenido en Colombia comienza en 1955 cuando el piloto Alfredo “El Gringo” Camacho recibe en Bogotá, su totalmente nuevo y exclusivo Mercedes-Benz SL 300 Gullwing “Alas de Gaviota” que llegó directamente a sus manos proveniente de Stuttgart, importado por Automercantil.
Sin pérdida de tiempo el bólido color plata, con interior en cuero rojo, entró a participar en los más importantes circuitos y rallies de la época como las 3 horas de Bogotá, el circuito de Cundinamarca y la doble a Sogamoso. En esta última prueba, el auto fue impactado contra las escalinatas del atrio de la catedral de Tunja, sufriendo importantes daños que eso sí, fueron reparados con piezas originales que hicieron traer directamente del viejo continente.
Este coche, de motor 3.000 c.c. y que con sus ajustes de fábrica entregaba 215 CV y alcanzaba hasta los 260 kilómetros por hora, fue pieza única en Colombia, tuvo 8 propietarios mientras estuvo en nuestra jurisdicción. Aunque en las fuentes que consultamos dicen que el coche era año modelo 1955, al consultar su matrícula encontramos que es 1954 según los registros de las autoridades de tránsito de nuestro país.
Su primer dueño fue por supuesto, “el Gringo” Camacho quien lo estrenó. Luego pasó por diversos propietarios, algunos no muy convencidos de su inversión, inclusive estuvo almacenado en los talleres de Automercantil de la Avenida El Dorado con Boyacá, debido a averías mecánicas, concretamente por su novedoso sistema de inyección, muy complicado de poner a punto.
Sus últimos dueños en nuestro país fueron los pilotos profesionales Jorge Cortés y Alfredo Sesana quienes lo compraron en compañía. Es de anotar que Cortés había intentado adquirirlo anteriormente cuando el ingeniero especializado en Mercedes y también piloto Alvaro Vargas, su propietario por allá en 1968 o 69 lo puso en venta, pero las cosas no salieron según lo planeado y el negocio se le fue de las manos. Pero esta vez, a Cortés aunque en compañía de su amigo Sesana, su sueño se le hacía realidad. Curiosamente su padre Jorge Cortes Boshell, y su tío, Fernando Cortés, habían sido también dueños de este ejemplar años atrás.
Ya en manos de sus nuevos dueños el 300 SL fue sometido a una completa restauración y se le volvió a ver en sociedad por los años 1982 u 83 en uno de los primeros eventos del para entonces recién inaugurado Autódromo de Tocancipá, y con su participación en otras pruebas como el Rally a Girardot.
Al cabo de los años Cortés y Sesana se percataron de la importante valorización que empezaban a adquirir los Alas de Gaviota a nivel internacional, y decidieron enviarlo hacia los Estados Unidos. El único Mercedes-Benz Gullwing que ha habido en nuestro país nos abandona para siempre en el año 2003.
Una vez en el país del norte, llegó directamente a las instalaciones de Paul Russell & Cía (en Essex, Massachusetts) uno de los más prestigiosos talleres de restauración de esta clase de autos a nivel mundial, donde fue sometido a un trabajo más profundo de restauración que lo llevó a un excelente estado como pieza de museo. Actualmente el Gullwing continúa en poder de Sesana en el estado de Florida.
De una historia como esta no pueden dejar de aparecer los mitos y especulaciones. Hay quienes aseguran haber visto otros alas de Gaviota en Bogotá, Medellín o Cali, incluso se rumora que el capo Pablo Escobar tuvo uno. Pero esto es absolutamente irreal.
Según las fuentes que consultamos no han entrado más 300SL Gullwing al país y muy seguramente los avistamientos reportados corresponden a algunos 190 SL, modelo derivado posteriormente de los cuales sí se sabe que llegaron algunas unidades a estas latitudes.
No podemos terminar esta reseña sin dejar de mencionar la espectacular réplica que elaboró artesanalmente el maestro Juan Carlos Gutiérrez en la ciudad de Bucaramanga, totalmente hecha a mano y en lámina metálica por encargo de un entusiasta, tomando como base un 230 CE carrocerÍa C123. Esta pieza fue poco tiempo después también exportada a los Estados Unidos donde fue subastada por U$185.000. Se sabe que poco tiempo después, ya en 2023 fue revendido por la suma de U$275.000.
Un Mercedes Benz Gullwing “Alas de Gaviota” puede valer entre 1.5 y 4 millones de dólares según la versión y sobra decir que es uno de los autos clásicos más deseados por coleccionistas alrededor del mundo.
Para profundizar sobre esta historia vean el video MERCEDES GULLWING CONFERENCIA en el canal de Miguel Ricardo Jiménez Torres, y el blog de Santiago Álvarez en la página Autos de Primera.com.
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Tags: Automovilismo deportivo, autos antiguos y clásicos, coches de colección, Autódromo Ricardo Mejía, el Ganso Garzón.

[@rock696900]

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[@oscarsantos3455]

Es un dolor de cabeza manejarlo. Y horno que se hace dentro es impresionante