🟢⚪️🟢 Desde que nací, las calles de La Verdellada fueron y han sido mi camino, y la gente del barrio esa familia que sin tener sangre común, en amor y respeto se unen igual en ese poderoso pegamento que es la familia Verdeña.
Vivir el barrio, en su esencia de pueblo, es un sentimiento difícil de explicar con palabras, e incomprensible para quienes jamás han tenido la oportunidad de crecer en un ambiente tan comunitario y pasional como el de La Verdellada.
Como cada primer domingo de agosto, ayer volvió a explotar ese sentimiento en forma de pasión, nostalgia y reivindicación de identidad en torno a la sagrada imagen de Nuestra Señora de Lourdes.
“Nuestra patrona, que mueve a creyentes, ateos y agnósticos en un mismo camino de esperanza, que enciende ese espíritu de creer y tener Fe en poder lograrlo, y que al mirarla te reconforta e indica que no estás solo en tus batallas.”
Sentimientos que en una fecha tan señalada se aumenta en reencuentro con quienes vivieron en el barrio y vuelven en este día, el reencuentro con la memoria con los que ya no están, pero desde el cielo nos abrazan a través de la patrona.
La Verdellada este primer domingo de agosto volvió a ser La Verdellada de mi infancia, a través de los ojos cristalinos de quienes no se rinden, de quienes no olvidan, de quienes aún creen que es posible, de quienes no han perdido la esperanza. La Verdellada que prefiere ser señalada por mirarla con respeto, con ilusión y salir acompañarla para dar fuerza y tranquilidad a quienes más lo necesitan.
¡Viva la Virgen de Lourdes!
Primer domingo de agosto de 2024