Cuando el contenedor arriba al país, viene con precintos colocados por el exportador o en ocasiones, estos son cambiados por alguna autoridad en los puertos que pudo haber tocado el buque en el transito hasta llegar a Venezuela.
Al momento de verificar la mercancía, procedemos a corroborrar que el precinto colocado en el contenedor, coincida con el mencionado en el BL y en el acta de recepción. Si hay una discrepancia, no se puede abrir el contenedor hasta constatar por qué el cambio. Si fue por alguna omisión por parte del agente de carga o por el contrario, el contenedor sufrió un hurto durante el traslado.
Supongamos que todo esta correcto, procedemos abrir el contenedor en presencia de un funcionario del SENIAT, se reconoce la carga con los verificadores gubernamentales y se procede a cerrar el mismo. Cuando culmina el proceso, se debe colocar un nuevo precinto.
En Grupo Narvel contamos con precintos personalizados con nuestro logo. Estos contienen un dígito que es reflejado en un acta de precintaje dada por el almacén y debe coincidir a su vez con el pase de salida.
Al momento de levantar la carga, se verifica que este precinto sea el mismo que se coloco en la verificación con los funcionarios. De estar todo correcto, se procede al despacho, por el contrario, si el precinto se nota dañado o cambiado, se notifica a las autoridades portuarias para verificar lo acontecido.