En este caso revisamos un Ficus Benjamina que tenía varías de sus ramas sin hojas, principalmente debido a una exposición al frío.
Acá te dejamos los principales cuidados para este tipo de árboles de interior:
1. Ubicación y luz adecuada
El Ficus benjamina necesita mucha luz indirecta.
Evita exponerlo directamente al sol, ya que puede quemar sus hojas.
Colócalo cerca de una ventana bien iluminada, pero con cortinas translúcidas si el sol es muy fuerte, especialmente en verano.
2. Riego controlado
Este árbol es sensible al exceso de agua.
Riego ideal: espera a que los primeros 2-3 cm de la superficie del sustrato estén secos antes de regar. Evita encharcar la maceta; asegúrate de que tenga buen drenaje para prevenir la pudrición de las raíces.
3. Humedad ambiental
Chile puede tener zonas con aire seco, especialmente en invierno con la calefacción. Procura pulverizar agua (sin cloro) en las hojas al menos 1 a 2 veces por semana. En época calurosa puedes hacerlo más veces por semana.
Evita corrientes de aire o cambios bruscos de temperatura.
4. Fertilización periódica
Durante la primavera y el verano, aplica el pack primavera cada 2 semanas. Si haces algún trasplante, puedes sumar Vitalipro y Myco para mejorar el crecimiento de las raíces y minimizar al máximo el estrés post trasplante.
Reduce o detén la fertilización en otoño e invierno, cuando su crecimiento se ralentiza. Para ésta época, sólo te recomendamos usar Tricobac y Carbo como estimulantes.
5. Poda y limpieza
Realiza una poda ligera para mantener su forma y eliminar ramas secas o débiles.
Limpia regularmente sus hojas con un paño húmedo para eliminar el polvo y mejorar la fotosíntesis.
En zonas con inviernos fríos, mantén al Ficus alejado de fuentes de calor directo (como estufas) y del frío extremo cerca de ventanas mal aisladas.
Si es necesario, cámbialo de maceta en primavera para que sus raíces tengan espacio suficiente.