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El té matcha es una forma finamente molida de té verde elaborado con hojas cultivadas a la sombra. Originario de China durante la Dinastía Tang (siglos VII-X), fue posteriormente introducido en Japón por monjes budistas, donde se convirtió en una parte integral de las prácticas Zen y las ceremonias del té. Características: Color: Verde vibrante debido al alto contenido de clorofila. Sabor: Ligeramente amargo y vegeta. Preparación: A diferencia del té regular, el matcha implica batir el polvo con agua caliente, permitiendo el consumo completo de la hoja, lo que potencia sus beneficios antioxidantes.

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Cosecha: Use guantes cuando recoja las ortigas jóvenes, idealmente a principios de la primavera antes de que florezcan. Elija hojas tiernas que no midan más de 3 pulgadas de ancho. Limpieza: Enjuague bien las ortigas con agua fría para eliminar la tierra y los insectos. Blanqueo: Hierva agua en una olla y agregue las ortigas. Blanquee durante aproximadamente 1 a 2 minutos. Este proceso neutraliza su picor. Enfriamiento: Después de blanquear, transfiera las ortigas a un baño de hielo para detener el proceso de cocción y conservar el color. Cocción: Use las ortigas cocidas en varios platos: Sopas: Añádalas a sopas de verduras o en puré para obtener una textura cremosa. Pesto: Licúe con nueces, ajo y aceite de oliva para obtener un pesto único. Pasta: Incorpórelas a platos de pasta, ya sea como relleno o mezcladas. Tortillas o frittatas: Mézclelas con huevos para un desayuno nutritivo. Almacenamiento: Puede congelar las ortigas blanqueadas para usarlas más tarde. Colóquelas en recipientes herméticos o bandejas de cubitos de hielo.