Mi abuelo se llama Atanael, tiene 89 años de vida, es alto y pulcro y le encanta escuchar la música de Los Vinconti y El dueto de antaño. El primer recuerdo que tengo de él es cuando practicaba la guitarra en el patio de su casa en medio de muchas flores que había cultivado su esposa. Interpretaba Bambucos y Pasillos en medio de esas tardes soleadas un pueblito del eje cafetero. El me heredó el poder inmeso y transformador de la música. Este pequeño fragmento de belleza va más allá de cualquier exposición artística, se trata de la comunión de dos generaciones que los separan muchos años, paradigmas socieconómicos y culturales y, que a pesar de eso, logran coincidir en la melodía de una canción. Gratitud infinita para todos mis ancestros. ¡Gracias Abuelo!
Sígueme: om.handpan